Incendios forestales: incertidumbre boreal

Incendios forestales: incertidumbre boreal

Marzo pasado, El buscar publicado en la revista Ciencia estimó que, en 2021, los bosques boreales representaron el 23% de las emisiones de carbono de los incendios forestales, en comparación con solo el 10%. Era demasiado pronto para recopilar datos satelitales para 2022, pero los investigadores sugirieron que realmente podríamos estar hablando de una tendencia a largo plazo. Además, como las temperaturas medias de los últimos 20 años han aumentado más rápidamente en las regiones del norte, también lo han hecho los riesgos de olas de calor y sequías y, en consecuencia, el riesgo de incendios (ver nuestro texto).

En 2019, Los científicos han advertido que si esta tendencia continúa hacia incendios forestales más frecuentes y grandes en Canadá, Alaska y en siberia, los bosques boreales podrían pasar de ser «sumideros de carbono» a «emisores de carbono». Una referencia a que los árboles siempre han servido para absorber (“sumideros de carbono”) el exceso de CO2 emitido por la naturaleza (y, más recientemente, por el hombre). Pero si los bosques comienzan a arder en demasiada cantidad y con demasiada frecuencia, lo que «emiten» en términos de carbono a medida que se queman ya no se compensa con lo que absorben. Además, los bosques boreales crecen más lentamente que los bosques tropicales, lo que significa que los árboles que vuelven a crecer después de un incendio tardan más en convertirse en sumideros de carbono efectivos.

En 2018, Búsqueda de Experimento de vulnerabilidad Ártico-Boreal, concluyó que el 90 % del carbono quemado en los incendios de 2014 en los Territorios del Noroeste provino de la capa orgánica del suelo, no de los árboles sobre el suelo. Sin embargo, cuando hablamos de CO2 en el suelo, estamos hablando de “carbono viejo”, es decir, aquel que se ha acumulado allí durante mucho tiempo, y que puede representar una cantidad mayor que los árboles. En un estudio del mismo grupo publicado al año siguiente en la revisión Naturalezapudimos leer que algunos de estos incendios forestales dominados por coníferas en 2014 emitieron carbono que había sido secuestrado en el suelo durante siglos (ver nuestro texto).

En mayo de 2016, Los observadores señalaron que los incendios que forzaron la evacuación de Fort McMurray, el epicentro de las arenas bituminosas en Alberta, ocurrieron anormalmente a principios de la temporada. Sin embargo, estos incendios de primavera se convertirán en la norma, luego explicó un informe del sitio web Clima central, ya que la capa de nieve desaparece a principios de año y las temperaturas suben antes de lo habitual. Otros hicieron la misma predicción cuando los incendios de primavera ‘inusuales’ golpearon en Alaska en junio de 2015 Y en siberia en 2013 (ver nuestro texto).

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