El momento no le debe nada al azar. El jueves 10 de junio, en vísperas de la apertura de la cumbre del G7 en Cornualles, China adoptó urgentemente una “ley extranjera contra las incautaciones”. A diferencia del proceso legislativo habitual, el proyecto de ley no se publicitó de antemano y el texto se aprobó en dos lecturas en lugar de tres. Entra en vigor este día.
Esta ley tiene dieciséis artículos. Indica que “Si países extranjeros violan el derecho internacional y las normas fundamentales de las relaciones internacionales (…) y tomar medidas discriminatorias contra ciudadanos u organizaciones chinas e interferir en los asuntos internos chinos, China tiene derecho a tomar las contramedidas correspondientes ”.
Estas medidas, especificadas en el artículo 4, pueden afectar “Personas y organizaciones que participan directa o indirectamente en la formulación, decisión y aplicación de medidas restrictivas discriminatorias” con respecto a China. Una definición muy amplia, destacan varios expertos occidentales, ya que parece poder incluir think tanks y organizaciones no gubernamentales. Asimismo, el texto especifica que los cónyuges y familiares directos de las personas interesadas, así como las organizaciones dirigidas por una persona sancionada, también pueden ser objeto de ataques.
En preparación desde 2020
Hay cuatro tipos de sanciones: China puede decidir no otorgar una visa, revocarla o incluso deportar a una persona interesada. También puede incautar los activos de un individuo o una organización dentro del país. También puede prohibir a una persona u organización hacer negocios en China. Finalmente, China puede tomar“Otras medidas necesarias”. Sin más detalles. Por lo tanto, puede hacer lo que quiera, incluso, subraya un abogado chino en el Tiempos globales, tomar contramedidas más severas que las sanciones iniciales.
Según varios informes, la ley se ha estado preparando desde 2020, pero Pekín estaba esperando a ver cómo se comportaría el nuevo gobierno de Estados Unidos antes de adoptarla.
Sin embargo, contrariamente a lo que algunos esperaban, el presidente Joe Biden no ha retrocedido en el arsenal legal anti-chino de su predecesor. Al contrario, lo fortaleció. El tiene agregó alrededor de 30 nuevas empresas chinas el 3 de junio a la lista de empresas en las que el capital estadounidense no puede invertir. 59 empresas chinas están ahora en la “lista negra”, incluidos gigantes como China Mobile o la petrolera Cnooc. Solo o casi, TikTok se beneficia de una medida más indulgente de la nueva administración.
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