Australia está bajando parcialmente el telón. A partir del martes 20 de julio, la ciudad de Adelaide, ubicada en el sur del país, integrará Sydney y Melbourne en la lista de ciudades australianas sujetas a obligaciones de contención ante la epidemia Covid-19.
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En total, 14 de cada 25 millones de australianos se ven afectados por estas medidas, mientras que cada día solo se detectan un centenar de casos nuevos. Una elección sólida que puede explicarse por varios factores.
Porque el país es fiel a la estrategia “caso cero”
Desde el inicio de la pandemia, Australia se ha destacado con su estrategia denominada “caso cero” o “Covid cero”. El país mantuvo umbrales de alerta muy bajos, sin dudar en confinar grandes áreas urbanas por períodos renovables de días diasfivos. Una elección táctica que parece haber dado sus frutos: Australia tiene poco más de 32.000 casos detectados y 914 muertes causadas por el virus en total. según el último informe* autoridades sanitarias del país.
En el estado de Australia del Sur, por ejemplo, donde se encuentra la ciudad de Adelaide, este nuevo confinamiento de una semana ocurre cuando la región solo cuenta 14 casos de Covid-19 en total, con un solo paciente hospitalizado. “No hacemos esto de corazón, pero creemos que solo tenemos una oportunidad para resolver esto”, dijo este martes el primer ministro de ese estado, Steven Marshall.
Porque la variante Delta va en aumento
Cerrar las fronteras de Australia no habrá sido suficiente. La variante Delta Sars-CoV-2, mucho más contagiosa, se ha detectado en Australia y sigue creciendo. Sin embargo, el gobierno australiano ha limitado estrictamente la entrada al territorio, en principio reservado para sus nacionales, al imponer una cuarentena obligatoria para los nuevos participantes (excepto los que viajen en la “burbuja” creada con Nueva Zelanda vecino).
Sin embargo, se identificaron varias fallas, como el caso de alto perfil. un conductor no vacunado en Sydney que cuidaba a las tripulaciones de las aerolíneas y que dio positivo a esta cepa del virus a mediados de junio, como se informó* a New York Times. Si aún no se conoce en Australia el papel de la variante Delta en las nuevas infecciones, preocupa a la profesión médica al más alto nivel. “Nos enfrentamos a más hospitalizaciones, más ingresos a cuidados intensivos, más pacientes conectados a ventiladores”, alertado* El Dr. Kerry Chant, oficial de salud del estado de Nueva Gales del Sur, en una conferencia de prensa el 10 de julio.
Para muchos observadores, la buena situación de salud de Australia podría ir en contra de la variante Delta, ya que la baja circulación del coronavirus hasta ahora implica un bajo grado de inmunidad natural en la población.
Por qué la vacunación está cayendo en Australia
Con solo el 11% de la población completamente vacunada, Australia se está quedando atrás en su campaña. La culpa de las compras tardías de dosis, subraya la BBC*, así como poca anticipación de la producción nacional de vacunas. Además, la tasa de vacunación de los ancianos sigue siendo limitada. De acuerdo con Figuras oficiales*, solo el 11,9% de los de 60 a 65 años recibieron, por ejemplo, las dos dosis necesarias, tasa que solo sube al 47,2% entre los mayores de 95 años, el grupo de edad más vacunado.
Acelerar las vacunas de los jóvenes también está a la orden del día, después de que las autoridades de Nueva Gales del Sur señalaron un aumento de casos* Variante delta en menores según informa el sitio web australiano ABC. Para impulsar su campaña de inyecciones, Australia planea producir más dosis en su suelo, con un enfoque en las vacunas de ARN mensajero, como las desarrolladas por Pfizer y Moderna. En un intento por revertir la tendencia, en las últimas semanas se han abierto muchos centros de “vacunación masiva” en Australia.
* Todos los enlaces marcados con un asterisco se refieren a artículos en inglés.
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