El sábado se celebró un partido inédito en la ciudad española de Albacete, pero ni los jugadores, ni los árbitros, ni el público lo dieron a conocer.
Su historia se dio a conocer en España, pero también en Europa, y se erigió como un símbolo en su país, en la vanguardia de los debates sobre igualdad de género. Pero más que en estos debates, el jugador insiste en el placer de jugar al balonmano.
¿El protagonista? Mireia Rodríguez, de 31 años, una jugadora que, siguiendo a su jugadora contratada por el club Albacete de Castilla-la-Mancha (centro-este de España), quiso seguir practicando su deporte.
Lamentablemente, la ciudad no cuenta con un equipo femenino de balonmano. No importa, la joven pidió entrenar con los hombres de “Club Balonmano Albacete»(Albacete Handebol Clube), equipo que juega en Segunda Regional, la quinta a nivel nacional. El club aceptó. Desde los primeros entrenamientos, este balón energético de tamaño modesto (1,64 metros por 51 kg) ha impresionado a sus nuevos compañeros.
El entrenador José Maria Valerio ofrece a su nuevo recluta para jugar también los partidos. “Dije que sí, obviamente, pero sería difícil para una mujer competir en la liga masculina.», Le dice Mireia a la AFP.
El presidente del club, José Roldan, incluso quiere ver ”un hecho histórico para el balonmano español». «Este es un mensaje a nuestros legisladores, para profundizar en el temaEl dice.
“Experto en cerveza. Practicante de twitter de toda la vida. Lector ávido. Organizador. Fanático del tocino. Creador. Típico defensor de la televisión”.