La organización suspendió su ayuda a Kabul a finales de agosto después de que los talibanes volvieran al poder.
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El viernes 10 de diciembre, el Banco Mundial anunció una ayuda humanitaria de 280 millones de dólares (unos 250 millones de euros) a Afganistán a través de la reasignación de recursos del Fondo Especial para la Reconstrucción del País (ARTF). La organización suspendió su ayuda a Kabul a finales de agosto después de que los talibanes volvieran al poder.
Hasta este evento, el ARTF, un fondo fiduciario de donantes múltiples, “La fuente de financiación para el desarrollo más grande de Afganistán, que financia hasta el 30% del presupuesto de Afganistán y respalda funciones gubernamentales críticas”, se especifica en el comunicado de prensa del Banco Mundial.
El pueblo afgano se ha enfrentado a una grave crisis económica, escasez de alimentos y una pobreza creciente desde que los talibanes tomaron el poder a mediados de agosto. El país también está sufriendo una grave crisis de liquidez, con los donantes internacionales suspendiendo la ayuda masiva que había frenado el presupuesto del gobierno durante veinte años.
Estos fondos ARTF permitirán a UNICEF “proporcionar a 12,5 millones de personas servicios de salud básicos y esenciales, así como inmunizar a un millón de personas, mientras que el Programa Mundial de Alimentos podrá proporcionar asistencia alimentaria a 2,7 millones de personas y asistencia nutricional a unas 840.000 madres y niños”, detalla el Banco Mundial.
Uno de los desafíos es cómo obtener fondos para Afganistán sin exponer a las instituciones financieras a las sanciones estadounidenses. Por lo tanto, el Banco Mundial soluciona la dificultad reasignando fondos a través de organizaciones de las Naciones Unidas.
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