Joe Biden dijo el martes 11 de enero que apoyaría un cambio de alto riesgo en las reglas del Senado si fuera necesario. “Para evitar que una minoría de senadores bloquee” una reforma radical de los derechos de voto de las minorías.
“Tuve conversaciones tranquilas con miembros del Congreso durante dos meses. Estoy cansado de estar en silencio” Ante el bloqueo de la oposición republicana a dos proyectos de ley cruciales, el presidente estadounidense se dejó llevar por Georgia, estado que calificó de “Cuna” de la lucha por los derechos civiles.
En un virulento discurso lleno de referencias a esta particular lucha liderada por Martin Luther King en la década de 1960, Joe Biden declaró: “Hoy digo claramente que, para proteger la democracia, apoyo cualquier cambio en las reglas del Senado, cualquiera que sea, para evitar que una minoría de senadores bloquee el avance en el acceso al derecho al voto. “
hablando de un “Hilado” a Estados Unidos, aseguró que “Cada miembro del Senado sería juzgado por la historia”, independientemente del partido al que pertenezcan. “La historia nunca ha sido amable con quienes se pusieron del lado de restringir el acceso al voto. Ni para los que se aliaron con la subversión de las elecciones”, advirtió Joe Biden, quien hablaba en Atlanta a estudiantes de universidades históricamente vinculadas a la comunidad afroamericana.
Los demócratas quieren aprobar dos leyes
La vicepresidenta Kamala Harris había advertido previamente contra cualquier “Compasión” Donde “Complicidad” ante reformas electorales decididas o planificadas en varios estados conservadores del sur de Estados Unidos.
Las asociaciones de derechos civiles acusan a estas reformas de dificultar que las minorías, que se consideran más favorables a los demócratas, acudan a las urnas, al tiempo que fortalecen el control de los funcionarios locales sobre las operaciones de votación.
Para combatirlos, los demócratas quieren aprobar dos leyes que armonicen las condiciones para ejercer el derecho al voto en Estados Unidos. Pero se enfrentan a una regla del Senado que requiere sesenta de cien votos, donde la mayoría presidencial tiene solo cincuenta, aunque en ocasiones puede inclinar la balanza a su favor gracias al decisivo voto de la vicepresidenta Kamala Harris.
Como parece imposible reclutar a un solo republicano electo -el Partido Conservador, ampliamente ganado por Donald Trump y sus argumentos infundados sobre el fraude masivo durante las últimas elecciones presidenciales de 2020, rechaza la reforma en bloque-, los demócratas deben sortear esto en la medida de lo posible. -llamado modo de regla. de “filibustero”.
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