Los primeros elementos de la subvariante Omicron, hasta entonces denominada BA2, muestran que escapó a las pruebas de PCR y antigénicas. Parece ser bastante diferente. Explicaciones.
Mayoritariamente a más del 65% en Dinamarca, la subvariante Omicron BA2 preocupa a las autoridades hasta el punto de que ha sido puesta bajo vigilancia por la OMS. Dinamarca, mientras tanto, actualmente no ve una subvariante más agresiva que la cepa Omicron original, aunque sus hospitalizaciones parecen acelerarse, especialmente entre los más jóvenes.
De todos modos, a pocos días de su descubrimiento, conocemos un poco más sobre esta subvariante. Y una de las características particulares parecía ser que escapaba a la PCR o incluso a las pruebas de antígenos.
El virus detectado por su variante…
Y ese no es realmente el caso. Incluso es Public Health France que explica, este miércoles en un punto del Omicron. Para SPF, “la principal diferencia entre BA1 y BA2 es la deleción 69-70 (un tipo de modificación del genoma que corresponde a la ausencia de parte de la secuencia)”. Sin embargo, esta ausencia complica la búsqueda de la subvariante en las pruebas, ya que ciertos países, incluidos “Sudáfrica y el Reino Unido, utilizan esta exclusión a través de lo que se denomina S-Gene Target Failure (SGTF) como medio para detectar Omicron”. . Entonces, este método solo detecta BA.1 y no cuenta BA.2. Es por eso que BA.2 se llamó la variante sigilosa… Un nombre que no describía una realidad determinada, ya que la prueba fue positiva, pero se atribuyó erróneamente a Delta.
“No es que la prueba no lo detecte”, explicó. NBC El Dr. Wesley Long, patólogo de Houston Methodist, “simplemente no se parece a Omicron. “No crea que la variante sigilosa significa que no podemos detectarlo. Todas nuestras pruebas de PCR todavía pueden detectarlo”.
En Francia, Santé Publique France dice lo mismo. “La estrategia de cribado permite detectar indistintamente todos los Omicron, ya sean BA.1 o BA.2 y, por tanto, conocer de forma reactiva el nivel de circulación de la variante”.
En un segundo momento, una secuenciación permite diferenciar entre las subvariantes, BA1, BA2 e incluso BA3. “La detección permite el seguimiento reactivo de Omicrons en su conjunto y la secuenciación permite un análisis más preciso de diferentes sublíneas”.
Ahora bien identificada, la variante BA2 se sigue de cerca. En concreto, saber si detrás de la ola Omicron hay otra ola que acabaría con el optimismo que envuelve a la after-wave Delta.
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