Combatientes ucranianos de Mariupol consideran irse bajo condiciones
Los últimos combatientes ucranianos en Mariupol se niegan a rendirse, pero piden a la comunidad internacional “garantías de seguridad”en un momento en que las fuerzas rusas tienen la intención de tomar la totalidad de esta ciudad estratégica en el sureste de Ucrania. “Estamos listos para salir de Mariupol con la ayuda de un tercero”armado con armas, “para salvar a las personas encomendadas a nuestro cuidado”dijo esta mañana en Telegram, Sviatoslav Palamar, comandante adjunto del batallón Azov.
Varios cientos de civiles, sin comida ni agua, se atrincheraron en la acería y metalurgia Azovstal con el 36y El batallón del ejército ucraniano y el regimiento Azov, las dos últimas unidades de combate en Mariupol, según funcionarios ucranianos.
Sviatoslav Palamar llamó a la “mundo civilizado” Para garantizar “garantías de seguridad”asegurando que los dos batallones no aceptaron “las condiciones de la Federación Rusa con respecto a la entrega de armas y la captura de nuestros defensores”.
“La situación es difícil, incluso crítica”continuaba, en esta inmensa fábrica, la última isla de resistencia en este puerto del extremo sur del Donbass, donde también se atrincheraría “alrededor de mil civiles, mujeres y niños”y “cientos de heridos”, según el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky. Los civiles atrapados dentro de la fábrica, cuyo número era imposible de confirmar de forma independiente, “tienen miedo por los constantes bombardeos”agrega el Comandante Palamar, llamando a un alto el fuego.
Anteriormente, Kiev había hecho una propuesta. “Estamos listos para celebrar una ‘sesión especial de negociación’ en Mariupol. Para salvar a nuestros muchachos, [le bataillon] Azov, soldados, civiles, niños, vivos y heridos. Todos “imploró el miércoles por la noche, en Twitter, Mykhaïlo Podoliak, asesor de la Presidencia de Ucrania y uno de los negociadores con Rusia.
Moscú, que ha lanzado múltiples ultimátum a los partidarios de Mariupol, está decidida a apoderarse de este puerto que le permitiría conectar Crimea, que anexó en 2014, y las repúblicas separatistas prorrusas de Donbass.
“Musicaholic exasperantemente humilde. Amistoso nerd de la cerveza. Aficionado al café. Aficionado a Internet”.