La pandemia de COVID-19 Es un hecho sin precedentes que, gracias a la globalización y la inmediatez de las comunicaciones, ha perturbado la vida de todos los países del mundo.
La brutal realidad expuso las fallas generalizadas de los sistemas públicos de salud, las debilidades de la economía y también las deficiencias en la educación de las poblaciones afectadas.
Pero un grupo humano estaba ileso por la peligrosa situación: Médicos, enfermeras y demás integrantes del equipo de salud sin distinción, no pararon un solo momento en el cumplimiento de su deber profesional y humanitario, a pesar de su baja remuneración económica, la falta de insumos y las deficiencias estructurales de los centros de Salud.
La entrega fue de tal magnitud que infectado y murió en este grupo viene cifras muy significativas, lo que no ha sido un obstáculo para que quienes se quedan puedan continuar con su tarea, anteponiendo el sacrificio al riesgo de enfermar y morir.
La Academia Nacional de Medicina quiere que la sociedad en su conjunto reconozca y valore la labor del personal de salud, que con profesionalismo y espíritu solidario ofrecen sus conocimientos, su voluntad y sus sentimientos por el alivio del dolor de sus semejantes.
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