Estrés hídrico
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Los residentes de Monterrey, la segunda ciudad más grande del país, tienen acceso limitado al agua, si es que lo tienen. Una situación dramática por el calentamiento global, pero también por la falta de previsión por parte de las empresas distribuidoras.
Exasperados, los habitantes de Guadalupe, en el norte de México, decidieron cortar la vía principal a la ciudad, en las afueras de Monterrey, la capital económica del país. Durante más de quince días no salió ni una gota de agua de los grifos, a pesar de la promesa de las autoridades regionales de restablecer el servicio durante unas horas al día. Y no la sombra de un camión cisterna de gas, armado con baldes y damajuanas, como en otros puntos de la megalópolis de 5 millones de habitantes.
El estado de Nuevo León vive una situación crítica de sequía: las dos presas principales están secas, al 2% y 8% de su capacidad, así lo muestran las fotos que circulan en las redes sociales. En el fondo del embalse de La Boca, las lanchas quedan varadas en el arenal y los autos circulan libremente. de la memoria de regiomontano(los habitantes de Monterrey), hay que remontarse a 1988 para encontrar rastros de tal escasez: cuando el huracán Gilberto asoló la región.
A principios de junio, las autoridades comenzaron a imponer restricciones: seis horas de flujo al día. Pero en muchas partes del estado, el servicio está completamente interrumpido. Una de las soluciones de emergencia fue la instalación en plazas públicas de tinacosenormes botellas negras de plástico que contenían 10.000 litros…
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