Un billón de ellos pasan por nuestro cuerpo cada segundo. ¿Sus nombres? Neutrinos. Estas partículas elementales, las únicas eléctricamente neutras, son extremadamente discretas: en un artículo publicado recientementePopular Science incluso los llama “tímido”debido a su tendencia a no interactuar.
Los neutrinos no están presentes en los átomos y son escurridizos, a veces oscilando entre diferentes estados (o “sabores”). Conocemos tres de ellos: sabores electrónicos, muónicos y tauicos. De todos modos hasta ahora.
El artículo de Popular Science no está dedicado a su timidez, sino a nuevos experimentos realizados por científicos rusos en la región del Cáucaso. Esto podría conducir a nuevos descubrimientos sobre estas partículas tan difíciles de comprender, pero un dominio más completo de las mismas podría permitir explorar terrenos aún muy poco explorados en la física.
Este equipo ruso, que publicó sus resultados el pasado 9 de junio en Este artículo es en Ésteafirma haber encontrado un nuevo perfil de neutrinos, aún más difícil de detectar.
Un descubrimiento nada desdeñable, ya que simplemente podría ayudar a explicar por qué no podemos ver la materia oscura, esa materia que supuestamente está distribuida por todo el universo y que sabemos que está formada por partículas elementales, pero no por protones, neutrones o electrones.
Nuevo sabor
Para Ben Jones, físico de neutrinos de la Universidad de Texas en Arlington, es “probablemente uno de los resultados más importantes de los últimos cinco años en física de neutrinos”. De hecho, podría confirmar lo que la comunidad científica ha estado sintiendo durante al menos 25 años, a saber, un cuarto sabor de neutrino.
Durante experimentos llevados a cabo a finales del siglo pasado, los neutrinos a veces parecían simplemente haber desaparecido, como para contradecir el famoso “Nada se pierde, nada se crea, todo se transforma” atribuido a Lavoisier.
En realidad, estas desapariciones, que no lo fueron, probablemente se explicaron por un paso de neutrinos a un cuarto sabor oculto, el “neutrino estéril”, cuya existencia aparentemente acaba de ser probada por investigadores rusos, incluso si esto aún no se ha confirmado.
Primera buena noticia: explicaría por qué tantos experimentos con neutrinos terminaron con un signo de interrogación. “O estos experimentos fallaron, expone a ben jones, o algo más interesante y extraño estaba pasando, con una firma diferente”. Ahora tenemos una pequeña idea de la respuesta.
Los experimentos conocidos como BEST (por “Experiencia Baksan en Transiciones Estériles”) se llevaron a cabo más de una milla y media por el lecho del río Baksan en Rusia.
Apenas están en su infancia, pero son comienzos más que prometedores: confirman ciertas anomalías observadas sobre los neutrinos y deben explorarse y validarse más a fondo. Ni la hipótesis de la existencia de neutrinos estériles, ni su responsabilidad en el extraño comportamiento de los neutrinos durante experimentos anteriores, ha sido confirmada hasta el momento.
Pero si estas teorías acaban siendo definitivamente certificadas, se abriría una enorme puerta nueva para entender nuestro universo: los neutrinos estériles podrían constituir el componente principal de la materia oscura, esa fascinante materia de la que aún sabemos tan poco.
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