España ataca al gatito de los gigantes de la energía y las finanzas. El Gobierno español anunció este martes un impuesto excepcional sobre los beneficios de los grandes grupos energéticos y financieros impulsados por las presiones inflacionistas. “Este gobierno no tolerará que las empresas aprovechen la crisis para enriquecerse”El presidente del Gobierno socialista, Pedro Sánchez, lo prometió con firmeza en la Cámara de Diputados cuando presentó medidas para apoyar el poder adquisitivo de los españoles, sacudido por la subida de los precios.
El gobierno se prepara para crear ” un impuesto sobre los beneficios extraordinarios de las grandes empresas energéticas » y espere recuperarse con este dispositivo cerca de “dos mil millones de euros” por año en 2023 y 2024. Este impuesto excepcional llevaba varias semanas en el tintero, mencionado a finales de junio por Pedro Sánchez.
El presidente del Gobierno español también quiere implantar otro impuesto temporal sobre “grandes instituciones financieras que han comenzado a beneficiarse del aumento de las tasas de interés” quien debe llevar a las arcas publicas “1.500 millones al año” y tendrá una duración de dos años. El jefe de Gobierno defiende un mecanismo que pretende asegurar ganancias excepcionales en un escenario de inflación “ser devuelto a los ciudadanos” en lugar de servir “crecer” los “salario de los principales líderes empresariales”argumentó, señalando que estos perfiles “no cae del cielo, sino del bolsillo de los consumidores”.
30 mil millones movilizados
Los fondos así recaudados se destinarán a financiar el paquete de ayudas públicas lanzado por Madrid para proteger a sus familias de la inflación, que alcanzó en junio el 10,2% anual y está recortando sus presupuestos. España ha adoptado una serie de medidas desde el pasado verano, entre las que se encuentran las ayudas al carburante, la rebaja del IVA de la electricidad y el aumento de las pensiones de jubilación. A las que se suman nuevas becas para estudiantes de 100 euros al mes anunciadas este martes por Pedro Sánchez, además de que el Estado se hace cargo del 100% de los abonos de los trenes de cercanías hasta el 31 de diciembre. “Desde que empezaron a subir los precios (…) España ha movilizado 30.000 millones de euros” para apoyar a sus empresas y ciudadanos, “es decir, el equivalente al 2,3% de su producto interno bruto (PIB)”, dijo el presidente del Gobierno español.
España se inspira aquí en las tarifas excepcionales establecidas en el extranjero. El Reino Unido ha optado por un impuesto temporal del 25 % sobre los beneficios de los gigantes petroleros para financiar ayudas similares a las familias desfavorecidas. Italia, por su parte, también decidió cobrar un 25% adicional sobre los beneficios de las grandes empresas del sector energético.
(con AFP)
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