Con André Combedouzou, es una de las personalidades destacadas de Montaigu-de-Quercy que desaparece. Alcalde de la ciudad durante 40 años, hizo prosperar el negocio familiar de buses turísticos. Su funeral se realizará el sábado a las 15:30 horas.
Montaigu-de-Quercy llora a su exalcalde, André Combedouzou, fallecido a los 85 años.
Nació en un lugar llamado “Soussis” en el territorio de la comuna, el 13 de febrero de 1937. Se casó con Arlette Albugues, que vivía en Coloussac, y la pareja se instaló en la granja de los suegros. André diversificó rápidamente sus actividades, se convirtió en agente inmobiliario, luego en corredor de seguros y abrió una oficina en Montaigu, donde se instaló definitivamente.
En 1977 decidió presentarse a las elecciones municipales y fue elegido alcalde el 25 de marzo, mandato que ocupó durante cuarenta años.
un alcalde constructor
Su primera preocupación fue proporcionar agua limpia a todos sus constituyentes, incluidos los más distantes.
Le debemos la realización del Lac des Chênes, el campamento, las canchas de tenis, etc. Y gracias a estos desarrollos, Montaigu fue clasificado como un lugar de vacaciones verde en 1993, así como un municipio comprometido con un enfoque de ecoturismo. La reubicación del campo de deportes al pie del pueblo, el drenaje de la red, la urbanización de la plaza del ayuntamiento también se llevaron a cabo durante sus diferentes mandatos.
Con su esposa Arlette, fallecida en 2018, compartía la pasión por viajar.
En 1985 se hizo cargo de la empresa de transportes Remualdo, con sus buses y servicio de correos. Pero la empresa evolucionó rápidamente hacia el turismo en 2000. En 2004 adquirió la empresa de autobuses Delbes de Larroque-Timbaut. Lamentablemente Arlette, su esposa, fallecerá en diciembre de 2018.
A André le gustaba evocar muchos recuerdos, en particular las recepciones de familiares y amigos en la casa familiar, que a veces tomaban el aire de un campamento de verano. Y la tradición quería que el día de Año Nuevo, los solteros o conocidos lejanos se sentaran alrededor de la mesa familiar.
Pero André y Arlette también tenían pasión por los viajes: Transiberiano, Islandia, Estados Unidos, Canadá, etc. André todavía estaba de buen humor, aunque durante un viaje a España durante su hora de almuerzo, su autobús fue asaltado y luego asaltado.
Hoy, Montaigu llora a su ex alcalde, siempre sonriente, cortés, entregado y servicial… Diciéndole: “André, descansa en paz”.
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