ANÁLISIS – Una vacilación se cierne sobre la cúpula del poder chino, ante la escalada nuclear del Kremlin.
La llamada a la acción lanzada por el Vladimir Poutine fue recibido con un tenso silencio en Beijing. La prensa oficial no fue muy comunicativa, aparte de la GlobalTimespunta de lanza de la propaganda antioccidental. Las noticias de la televisión CCTV acaban de mencionar el anuncio al final de la edición. Y los diplomáticos chinos se aferran a sus escritorios para volver a pedir “diálogo” y para uno “alto el fuego” , como durante meses. Una vacilación se cierne sobre el poder chino, como ocurrió el día después de la sorpresiva invasión de Ucrania el 24 de febrero que tomó por sorpresa a los estrategas rojos.
China teme efecto boomerang
Beijing siempre se involucra en su fachada, la neutralidad pro-Kremlin, sin haber condenado nunca “Operación especial” en Ucrania. Pero ante la escalada nuclear de Putin, el gigante asiático gana terreno, temiendo un efecto boomerang. En Nueva York, su ministro de Asuntos Exteriores, Wang Yi, se desmarcó de la línea rusa al reunirse con su homólogo ucraniano, Dmytro Kouleba…
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