La extensión de las áreas deforestadas durante el mandato de Jair Bolsonaro, en el poder desde el 1ejem Enero de 2019, con el apoyo del lobby agroalimentario, es espectacular. Para fin de año, se habrán talado unos 40.000 kilómetros cuadrados de selva tropical en Brasil, un área mayor que la extensión de Bélgica. El presidente saliente se distinguió notablemente por desmantelar las instituciones encargadas de proteger el medio ambiente o por reducir sus respectivos presupuestos.
La Amazonía se describe como “los pulmones de la tierra” debido a su capacidad para secuestrar dióxido de carbono (COdos). Según un estudio publicado por la revista Naturaleza a partir de julio de 2021, gran parte de la cuenca del Amazonas ahora emite más COdos de lo que absorbe. Para explicar esta reversión del estado de “sumidero de carbono” al estado de emisor, los investigadores señalan varios factores, incluidos los incendios causados por agricultores que talan ilegalmente la tierra quemando árboles. El dióxido de carbono es uno de los principales gases de efecto invernadero, factor determinante en el aumento global de las temperaturas en la Tierra.
Las elecciones presidenciales en Brasil se llevan a cabo el domingo 2 de octubre. Los defensores del medio ambiente ahora cifran todas sus esperanzas en el principal oponente de Jair Bolsonaro, Luiz Inácio Lula da Silva, un expresidente de izquierda. Entre 2004 y 2012, este último permitió una reducción del 80% en la deforestación. Bajo su mandato, se aprobaron varias leyes y moratorias, lo que demuestra una correlación entre la voluntad política y la deforestación.
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