La petrolera estatal mexicana Petróleos Mexicanos admitió el jueves que liberó una enorme nube de metano, un potente gas de efecto invernadero, en el Golfo de México a fines del año pasado.
Un informe publicado en junio por investigadores universitarios españoles en la revista Environmental Science and Technology Letters estimó que la fuga contenía alrededor de 40.000 toneladas de metano.
El documento estima que esto equivaldría a liberar alrededor de 3,3 millones de toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera.
La liberación de gas se produjo en diciembre cuando una de las plataformas petroleras de la compañía en el Golfo de México dejó de quemar o quemar gas de los pozos petroleros. La empresa, conocida como Pemex, dijo que los gases escaparon sin quemarse durante algunas horas. Los investigadores dijeron que esto sucedió durante un período de más de dos semanas.
Petróleos Mexicanos reconoció el jueves que la fuga ocurrió de manera accidental luego de que los vientos y la lluvia apagaran las llamas que pretendían quemar el gas.
Pero la compañía dijo que solo el 22% del gas liberado era metano y el resto era nitrógeno inofensivo.
La empresa, conocida como Pemex, dijo que la cantidad total de metano liberado fue de 2.224 toneladas, alrededor del 5% de la cantidad estimada por los investigadores españoles.
Sin embargo, todavía sería demasiado metano para liberarlo todo de una vez y en un solo lugar.
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