Cientos de migrantes siguen varados en el mar Mediterráneo en tres barcos de rescate que esperan un puerto seguro para atracar. El viernes 4 de noviembre, las autoridades italianas autorizaron el desembarco de menores y personas con emergencias médicas del Humanity 1, que cuenta con 179 náufragos.
Sin embargo, el gobierno italiano de extrema derecha exigió que este barco regresara a aguas internacionales con los demás pasajeros. El viernes 4 de noviembre, el ejecutivo presidido por Giorgia Meloni adoptó una medida para evitar que naves humanitarias extranjeras desembarquen en sus costas. “Finalmente, una vez más estamos protegiendo nuestras fronteras y las leyes de nuestra nación.dio la bienvenida a Matteo Salvini, Ministro de Infraestructura y Movilidad Sostenible, Volvimos a aprobar un decreto y establecer como principio que los barcos extranjeros no pueden llegar única y exclusivamente con inmigrantes ilegales a Italia”.
Después de más de diez días en el mar, algunos de los 234 sobrevivientes del Ocean Viking, uno de los tres barcos sin puerto, escribieron mensajes de socorro en carteles.
La asociación europea que contrató el charter advirtió sobre el mal tiempo que se avecina, incluidos fuertes vientos y descenso de las temperaturas.
SOS Méditerranée pidió la intervención de Francia, España y Grecia.
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