En el fondo, los países más ricos siempre se han sentido incómodos con la discusión de lo que se llama, en la jerga de estas reuniones, “pérdidas y daños” (pérdida y daño🇧🇷 Porque aceptar este concepto les obligaría a aceptar alguna responsabilidad financiera en los daños causados, en un país más pobre, por una sequía o un huracán. Pero aunque aceptaran el principio, el cálculo no sería menos complicado: ¿cómo distinguir entre la responsabilidad “histórica” de los mayores contaminadores y un evento meteorológico que habría ocurrido, con o sin calentamiento global?
Sin embargo, una disciplina aún joven, la ciencia de la atribución, llegar a tiempo🇧🇷 En un texto publicado el pasado mes de febrero, el detector de rumores señaló que, gracias a modelos climáticos cada vez más sofisticados, los climatólogos, como los de Atribución climática mundial (WWA) — calcular en muy poco tiempo la probabilidad de que un evento meteorológico extremo podría haber ocurrido sin cambio climático.
Más de 500 estudios La mayoría de los estudios de atribución publicados hasta la fecha han concluido que los desastres relacionados con el clima en la última década fueron más probables o más intensos debido al cambio climático inducido por el hombre. Se enumeran muchos de los eventos climáticos más devastadores que Canadá ha experimentado desde principios de la década de 2010.
La rapidez en la disponibilidad de estos datos es un factor esencial, nota esta semana en científico nuevo Sjoukje Philip, cofundador de WWA: “Esto nos permite informar al público poco después de un evento climático extremo y permite a los legisladores incluirlo en su agenda y actuar más rápidamente”. Por ejemplo, mes pasadosu análisis de las megasequías de 2022 (China, Europa, EE. UU.) concluyó que el calentamiento global las hizo 5 veces más en riesgo de ocurrir y hasta 20 veces más en riesgo de la llamada sequedad del suelo radicular.
De ahí a entrar en la agenda de la COP27, fue solo un paso. “Los avances científicos que realmente nos han ayudado a fortalecer el caso de pérdidas y daños es esta ciencia de la atribución”, dijo a los periodistas el delegado indio Aditi Mukherji.
Sin embargo, el hecho es que todavía es una ciencia joven. Tanto es así que los negociadores luchan por mantenerse al día: las encuestas recientes apuntan a impactos medibles, como el número de muertes atribuidas a las olas de calor, pero los márgenes de error significan que se ignoran sus resultados, a favor de números más conservadores de años anteriores. “La evidencia científica muestra que los impactos del calentamiento global están cobrando impulso al ritmo lento de las negociaciones”, resumido en la revista Dentro de las noticias climáticas el coautor de uno de estos estudios, el alemán Johan Rockström.
“Propensa a ataques de apatía. Evangelista de la cerveza. Café incurable. Experto en Internet”.