El gobierno británico ha presentado un plan de recortes del gasto público y aumentos de impuestos de 55.000 millones de libras esterlinas dirigido principalmente a los más ricos.
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“Es un plan de estabilidad equilibrado”. El gobierno británico dio a conocer, el jueves 17 de noviembre, un presupuesto de austeridad para restaurar las finanzas del Reino Unido, que ha entrado en recesión. El plan incluye 55.000 millones de libras (63.000 millones de euros) en subidas de impuestos y recortes del gasto público.
“Traté de ser justo pidiendo a los que más tienen que aporten más”argumentó Ministro de Finanzas Jeremy Hunt, en tono sobrio, frente al Parlamento. Mencionó bajar el tope del impuesto a la renta. Londres también aumentará su impuesto a las ganancias inesperadas sobre las ganancias de los gigantes energéticos del 25% al 35% y lo extenderá por tres años hasta 2028.
“Reino Unido, como otros países, ahora está en recesión”, reveló Jeremy Hunt, con base en datos del organismo de previsión del presupuesto público OBR. Su producto interior bruto, que cayó un 0,2% en el tercer trimestre, se espera que caiga un 1,4% en 2023. La recesión que está comenzando podría durar hasta dos años, según el Banco de Inglaterra.
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