Con su amplia gama de funciones, dependemos cada vez más de nuestros dispositivos no solo para mantenernos conectados, sino también para ayudarnos con nuestras actividades diarias, como comprar o encontrar información.
Si bien los teléfonos inteligentes parecen mejorar la productividad y facilitar la vida en algunas áreas, también pueden generar un consumo excesivo y empeorar el deterioro cognitivo si no se usan de manera responsable. Únase a nosotros para explorar las diferentes formas en que revisar demasiado su teléfono inteligente puede promover el deterioro cognitivo y aprender cómo podemos disfrutar mejor de la tecnología en lugar de ser su esclavo.
Las conclusiones de Estudio del British Journal of Psychology son inquietantes y confirman los efectos potencialmente peligrosos de la hiperconexión en nuestra salud mental y física. Los autores encontraron que el uso diario de teléfonos inteligentes, particularmente las actividades de visualización, se asoció con una mayor incidencia de deterioro cognitivo. Esto significa que las personas que pasaban un tiempo considerable mirando sus teléfonos tenían niveles más altos de olvido, falta de concentración y confusión mental.
El estudio en detalle.
El estudio examinó la asociación entre el uso de teléfonos celulares y las dificultades cognitivas en una muestra de 181 usuarios de iPhone de una universidad local. Los participantes comenzaron completando una encuesta inicial que recopiló información demográfica como edad, género, ingreso familiar mensual y estado socioeconómico subjetivo. Además, completaron un diario de siete días utilizando la aplicación iOS Screen Time para realizar un seguimiento objetivo del tiempo frente a la pantalla y los hábitos de visualización de los teléfonos inteligentes.
Se realizó una evaluación mediante un cuestionario de memoria cotidiana (The Everyday Memory Questionnaire, EMQ-R). Esta escala estaba destinada a capturar las experiencias de los participantes cuando se trataba de problemas como tener un lapso de memoria, no recordar una palabra o dejar que la mente divagara involuntariamente, así como dejar tareas sin terminar debido a ‘una distracción’.
Los participantes también informaron cuántas veces al día revisaban su teléfono y si enfrentaban alguno de los siete tipos de factores estresantes (discriminación, factores estresantes laborales o escolares, factores estresantes laborales o escolares, creación de redes, discusiones, discusiones evitadas, factores estresantes relacionados con el hogar y otros). ). ). . También completaron evaluaciones diarias de afecto positivo y negativo. Después de examinar los resultados, Andree Hartanto y sus colegas encontraron que las personas que revisaban sus teléfonos con más frecuencia tenían más probabilidades de experimentar deterioro cognitivo que aquellas que no revisaban sus teléfonos con tanta frecuencia.
Esto sugiere que la navegación excesiva en teléfonos inteligentes en realidad distrae y aumenta la carga cognitiva, lo que puede provocar síntomas de fatiga cognitiva. Estos resultados indican que las personas deben prestar atención a la frecuencia con la que usan sus teléfonos inteligentes, especialmente cuando realizan actividades exigentes como conducir.
Por otro lado, no todas las actividades en su teléfono inteligente son iguales.
El estudio sacó a la luz más de un hecho importante. Mostró que el uso general de teléfonos inteligentes no estaba significativamente relacionado con los lapsos cognitivos diarios. Sin embargo, cuando los participantes usaron ciertas aplicaciones enfocadas en la funcionalidad estándar del teléfono, el gasto, el entretenimiento o la salud, estos lapsos cognitivos disminuyeron significativamente. Esto sugiere que un teléfono inteligente puede ser una herramienta útil para liberar capacidades mentales y permitirnos concentrarnos en la tarea que tenemos entre manos, si sabemos administrar nuestros usos de manera inteligente.
Pasamos aproximadamente cinco horas al día en nuestros teléfonos inteligentes.
El informe State of Mobile in 2022 encontró que el mundo en conjunto pasó 3,8 billones de horas usando sus teléfonos inteligentes en 2021, lo que equivale a un promedio de cinco horas al día para cada usuario. Estos números demuestran cuán profundamente conectados estamos con nuestros dispositivos móviles y sugieren por qué los lapsos cognitivos pueden ser más comunes en la sociedad moderna.
El efecto perjudicial del uso de teléfonos inteligentes en la cognición puede estar relacionado con las distracciones que plantea la tecnología digital, así como con su capacidad para reducir la concentración debido a la multitarea. Los teléfonos inteligentes también nos brindan acceso a una gran cantidad de información, lo que puede conducir a una sobreestimulación, lo que resulta en mayores tasas de olvido y dificultad para concentrarse.
Para aprovechar al máximo nuestros teléfonos inteligentes, debemos desarrollar prácticas conscientes para su uso.
El paso más importante es establecer objetivos realistas para el uso de la tecnología y apegarse a ellos. Por ejemplo, si decidimos limitar el uso de las redes sociales a 30 minutos al día o solo revisar nuestro correo electrónico dos veces al día, debemos asegurarnos de cumplir con ese plan. Además, es útil tomar breves descansos de Digital Detox de vez en cuando para darle a nuestra mente la oportunidad de descansar del mundo digital.
También podemos utilizar nuestros teléfonos de forma inteligente, aprovechando sus útiles funciones, como establecer recordatorios de tareas o programar un tiempo de inactividad para limitar sus usos y alertar cuando se supere el límite. Una vez que se haya programado el tiempo de inactividad, las aplicaciones más utilizadas aparecerán atenuadas hasta nuevo aviso. Además, deshabilitar las notificaciones automáticas que pueden enviar distracciones no deseadas puede ser beneficioso para permitirnos controlar mejor el uso de nuestros teléfonos y evitar el uso excesivo.
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