El país ha estado experimentando protestas a gran escala contra la reforma judicial durante varias semanas.
La Corte Suprema de Israel rechazó el lunes una moción para declarar al primer ministro Benjamin Netanyahu no apto para ocupar el cargo. La petición, presentada en febrero por el Movimiento por un Gobierno de Calidad, afirmaba que el primer ministro debería ser destituido de su cargo debido a su conflicto de intereses sobre las reformas judiciales y su propio caso penal en curso.
La petición pedía la destitución de Netanyahu, citando los esfuerzos de su gobierno para reformar radicalmente el sistema de justicia y argumentando que el primer ministro estaba violando un acuerdo de conflicto de intereses que le prohíbe involucrarse en asuntos que podrían afectar su juicio por corrupción en curso.
El tribunal rechazó la petición, diciendo que la intervención judicial era el último recurso después de que se habían agotado todas las demás vías.
La petición se consideró inaceptable en su redacción y se ordenó a los peticionarios que pagaran 5.000 NIS por gastos al tesoro público.
Durante varias semanas se organizaron grandes manifestaciones contra la reforma judicial. El domingo por la noche, la protesta dio un nuevo giro cuando Netanyahu despidió al ministro de Defensa, Yoav Galant, al anunciar su oposición al proyecto de reforma. Este lunes, al cierre generalizado del país le siguieron hospitales, el aeropuerto, correos, centros comerciales, algunos restaurantes, teatros, cines, complejos deportivos y universidades.
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