Comunicado
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Implementada por Donald Trump al inicio de la pandemia, la medida que permite la expulsión acelerada de migrantes venció el jueves por la noche. La temida afluencia masiva no ha ocurrido, y los solicitantes de asilo en su mayoría intentan entender las nuevas reglas.
Una frontera viva pero no caótica, contrariamente a los temores suscitados en los últimos días, sobre todo por parte de los republicanos. A pocas horas del levantamiento del “Título 42” en Estados Unidos, una medida excepcional implementada por Donald Trump y que permitía la expulsión casi automática de los solicitantes de asilo mientras esperaban la tramitación de su caso, la temida afluencia de migrantes no se produjo. , especialmente aquí en El Paso, la ciudad fronteriza de Texas en Ciudad Juárez, México.
“Vemos llegar gente a nuestra frontera sur, como esperábamos, como nos habíamos preparado”, dijo el ministro de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, el viernes por la mañana en CNN. Pero en todas las principales ciudades fronterizas entre Texas y México -Brownsville, McAllen, Laredo, El Paso…- el pico previsto no se materializó. la frontera es “tranquilo y normal, sin grandes llegadas ni conflictos”postuló por la parte mexicana al Ministro de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard.
En el refugio Casa de la Anunciación en El Paso, que suele estar lleno de vida, cerca de 40 migrantes están presentes el viernes por la mañana, la mayoría de los cuales llegaron antes de que expirara el “Título 42”. Ya el día anterior, para gran asombro de los voluntarios, el centro de acogida estaba casi desierto. “Solo tenemos 20 personas ahora. Por lo general, albergamos cientos de ellos, explica Will, quien nos abre la puerta. Cinco personas quedaron para registrarse en el autobús.
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