Ben Mirvis, residente de Tel Aviv de 32 años, ha compartido su experiencia durante los recientes ataques de Hamás a Israel. Mirvis relata que la sirena antiaérea sonó en su ciudad y tuvo que buscar refugio en las escaleras de su edificio. Afortunadamente, no sufrió daños personales, pero el misil cayó muy cerca de la casa de su madre, quien, al igual que él, está asustada por la situación.
Mirvis trabaja en una empresa de Inteligencia Artificial enfocada en el deporte y es una persona políglota, ya que habla siete idiomas. Sin embargo, en este momento, su atención se centra en la guerra sin precedentes que está viviendo en Israel. Ha recibido videos y testimonios que documentan los actos atroces cometidos por Hamás, como secuestros, decapitaciones, quema de vivos y violaciones. Estos actos le han dejado en estado de shock desde que se enteró de los ataques.
El joven crítica la divulgación de estos actos violentos en redes sociales y compara a los que los difunden con animales. A pesar de todo, Mirvis confiesa no sentir miedo, sino rabia. Espera que aquellos responsables de los ataques paguen las consecuencias.
La situación en Tel Aviv es descrita por Mirvis como una vida sin normalidad, con todo cerrado y la gente mirándose unos a otros con sospecha. Además, menciona que algunos milicianos palestinos han logrado infiltrarse en territorio israelí, lo que genera aún más desconfianza entre los residentes.
Como dato relevante, Mirvis cuenta que una de sus abuelas tuvo que huir del nazismo durante la Segunda Guerra Mundial. En este sentido, él hace una comparación impactante entre lo que vive actualmente en Israel y lo ocurrido en aquella época oscura de la historia.
En resumen, la historia de Ben Mirvis durante los ataques de Hamás a Israel es un testimonio de la impactante realidad que viven los ciudadanos de Tel Aviv y otras ciudades afectadas. Mirvis, a pesar de su experiencia personal y de los horrores presenciados a través de los videos, mantiene la esperanza de que aquellos de quienes se cometieron estos actos bárbaros sean llevados ante la justicia.
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