La ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, ha exigido al Gobierno español que presente una denuncia ante la Corte Penal Internacional por los “crímenes de guerra” cometidos por Israel. Belarra, que es la líder del partido Izquierda Unida, ha sido respaldada por el ministro de Consumo, Alberto Garzón, quien también ha pedido al Gobierno que condene los ataques israelíes.
Por su parte, el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, ha anunciado un aumento en la ayuda humanitaria que España enviará a Gaza, en medio de la creciente preocupación por la situación en la región. Sin embargo, los pronunciamientos de los socios del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en el Gobierno están poniendo en peligro la unidad de España en el escenario diplomático internacional.
Belarra ha acusado a Estados Unidos y la Unión Europea de ser cómplices de los crímenes de guerra realizados por Israel en Palestina. En concreto, ha denunciado que Israel está llevando a cabo un genocidio planificado en la Franja de Gaza y ha criticado la actitud de la UE, pidiendo que reconozcan que lo que está sucediendo en Gaza son crímenes de guerra.
En línea con estas demandas, Izquierda Unida ha exigido que España condene los ataques israelíes, garantice la ayuda humanitaria a la población palestina y defienda la libertad de este pueblo. Además, piden la suspensión del Acuerdo de Asociación entre la Unión Europea e Israel debido a los crímenes de guerra y la limpieza étnica en curso.
Estas declaraciones y exigencias se dan en medio de una intensificación de la violencia en la región, con el conflicto entre Israel y Palestina escalando a niveles preocupantes. La comunidad internacional y varios países ya han expresado su preocupación y han pedido un alto inmediato a la violencia. Sin embargo, las posturas divergentes dentro del Gobierno español están generando tensiones y complicando una respuesta unificada.