El patinaje sobre hielo se ha vuelto muy popular en las ciudades que no tienen pistas naturales. En países como Canadá, se aprovechan las grandes superficies de agua congelada en invierno para patinar de manera segura y gratuita. Sin embargo, en zonas tropicales o alrededor del ecuador, no hay suficiente hielo natural para disfrutar de este deporte. Es por eso que se instalan pistas de hielo artificialmente.
Para lograr esto, las instituciones encargadas deben contratar empresas de refrigeración que se encarguen de gestionar la colocación y mantenimiento de las pistas. Mantener una capa de hielo seguro y práctico requiere de una combinación de una manta frigorífica y un sistema de bombeo.
La manta frigorífica consiste en tubos que transportan fluidos congelantes para congelar el agua que se riega. Estos líquidos congelantes son capaces de mantener temperaturas de alrededor de -12 ºC, lo que es ideal para mantener la pista en condiciones óptimas.
El sistema de bombeo es responsable de regar el líquido congelante por toda la pista. Esto garantiza que se forme una capa de hielo uniforme y duradero. Sin embargo, es importante mantener el buen funcionamiento de las bombas y eliminar los restos de nieve para que la pista se mantenga en buen estado.
Además, los surcos producidos por el roce de los patines deben ser rellenados de agua a diario, la cual se congela rápidamente, para asegurar una superficie lisa y segura. Este mantenimiento constante garantiza que los aficionados al patinaje sobre hielo puedan disfrutar de esta actividad de forma segura y divertida.
Así, gracias a la tecnología de refrigeración y al esfuerzo de las instituciones encargadas, se pueden crear pistas de hielo artificial en lugares donde el hielo natural no es posible. Esto permite que personas de todas las edades y niveles de habilidad puedan practicar el patinaje sobre hielo y disfrutar de esta emocionante experiencia invernal.
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