Durante meses, los tribunales han estado muy interesados en el funcionamiento de empresas como Uber. Este último ofrece servicio de automóvil privado y entrega de comidas a domicilio, pero sus empleados no están empleados. Los conductores y mensajeros trabajan todos por su cuenta, sin beneficiarse de las ventajas específicas del empleo asalariado. Varios de ellos ya han expresado sus demandas de exigir una mejor remuneración o una mejor protección social. A finales de 2020, se produjeron varias huelgas de entrega en Francia, que deberían ocurrir a principios de 2021.
En este contexto, Uber y Deliveroo siempre están tratando de evitar pagar a sus distribuidores, ofreciéndoles otros beneficios, explica. Wall Street Journal en un artículo sobre el caso de Europa. Para ello, las empresas pretenden celebrar convenios con sindicatos y repartidores para no tener que considerar a estos trabajadores como empleados. Uber y Deliveroo, en particular, quieren eludir la posible implementación de una legislación que los obligaría a revisar su modelo económico.
¿Acuerdos en varios países europeos?
Actualmente se están celebrando debates en Reino Unido y España, pero toda Europa podría reconsiderar la situación si evoluciona en algunos países. En el Reino Unido, una decisión dice que Uber debería tratar a los conductores que usan su aplicación como empleados. Sin embargo, la empresa estadounidense apeló al Tribunal Supremo Federal, hasta el punto que el juez consideró en septiembre que la empresa aún podría operar con esta operación en Londres, al menos por el momento.
En España, el gobierno quiere aprobar una nueva ley para pagar a las personas que trabajan para empresas como Uber, lo que esta última quiere evitar. Tienen la intención de inclinar la balanza a favor de un acuerdo similar alcanzado en Italia en septiembre. En el país, Uber y Deliveroo se han comprometido a pagar a correos hasta 10 euros la hora frente a 7 euros, pero eso no incluye vacaciones pagadas ni bajas por enfermedad. Aunque el acuerdo se hizo con un sindicato italiano y es válido en todo el país, otros dicen que los trabajadores no se benefician mucho de estas decisiones. Sin embargo, es este tipo de cambio el que las empresas quieren ofrecer en España y Francia.
En el caso de España, Glovo, Deliveroo y Uber podrían ofrecer un acuerdo que incluya tarifas de pago mínimas, así como ciertas bonificaciones, en caso de mal tiempo, por ejemplo. Sin embargo, esto no incluye los beneficios relacionados con el trabajo asalariado, como las vacaciones pagadas.
Para todas estas empresas, considerar a los conductores o mensajeros como empleados daría como resultado un aumento de los costos, la pérdida de puestos de trabajo o incluso una disminución de la flexibilidad para los trabajadores. Uber predica por su parroquia, afirmando que 300 mensajeros han obtenido contratos de trabajo en Ginebra, mientras que otros 1,000 han perdido sus trabajos.
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