“Hubo hinchas que murieron en los brazos de los jugadores”, dijo este domingo a la radio española Javier Roca, entrenador chileno del club Arema de Indonesia. servicio de candadoluego el movimiento de turbas que dejó al menos 125 muertos y 323 heridos en un estadio de Malang, al este de la isla de Java.
“Después del partido, fui al vestuario y algunos jugadores se quedaron en el campo. Cuando volví de la rueda de prensa, descubrí la tragedia en el estadio”, explicó el técnico de Arema en unas emotivas declaraciones a los medios españoles. .
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“La afición moría en los brazos de los jugadores”
“Los jugadores pasaban con víctimas en los brazos. Lo más terrible fue cuando las víctimas llegaron a ser atendidas por el médico del equipo. Vinieron una veintena de personas y cuatro fallecieron. Hubo hinchas que murieron en los brazos de los jugadores”, dijo el entrenador chileno.
Los incidentes comenzaron cuando los fanáticos de Arema invadió el césped del estadio Kanjuruhan en Malang, tras la derrota del sábado por 3-2 ante el vecino Persebaya Surabaya. La policía, que describió el incidente como un “disturbio”, trató de persuadir a los fanáticos para que regresaran a las gradas y lanzó gases lacrimógenos contra la audiencia después de que dos policías murieran, lo que provocó empujones y protestas. Muchas víctimas fueron pisoteadas.
“Podrían haber usado otros métodos”
“Estoy destrozado moralmente. Siento una carga pesada, incluso una responsabilidad. Los resultados son importantes y determinan lo que pasa al final. Si hubiéramos empatado, esto no hubiera pasado”, dijo Javier Roca. . “Esto demuestra que el estadio no estaba preparado, ellos (nota: los organizadores) no esperaban tanto caos, continuó. Fue como una avalancha. Nunca llegó algo así al estadio y todo tomó proporciones dramáticas por la cantidad de gente que quería huir”. “Creo que la policía fue demasiado lejos, aunque yo no estaba en el campo y no experimenté directamente este trágico resultado. Mirando las imágenes, ellos (nota: la policía) podrían haber usado otros métodos”, continuó. “Ningún resultado de un partido, por importante que sea, merece perder la vida”, concluyó el técnico.
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