AFP, Publicado el viernes 03 de junio de 2022 a las 8:32 am
La jirafa no siempre tuvo un cuello largo, pero siempre favoreció el cabezazo para defender su posición, como lo demuestra el descubrimiento de un espécimen fósil de una jirafa con un escudo de cráneo real.
Este hallazgo apoya la tesis de que el factor inicial en el alargamiento del cuello de la jirafa fue la selección sexual.
Desenterrado en el norte de China, Discokeryx xiezhi, es el primer representante de una nueva especie, cuyo fósil vivió hace unos 17 millones de años, informa un estudio publicado en la revista Science esta semana.
Este gran rumiante del tamaño de un ciervo tenía un disco óseo grueso en la parte superior de su cráneo y un cuello con vértebras cervicales formidables, lo que le permitía resistir choques frontales violentos, según el paleontólogo Shi-Qi Wang de la Academia de Ciencias de China, primer autor. el artículo.
Esta morfología particular “probablemente se ha adaptado a los comportamientos de cabezazos entre los machos”, plantean los investigadores, quienes comparan este comportamiento “con las peleas de las jirafas macho con el cuello”. Estos últimos, la especie actual, libran luchas de dominio sacudiendo la cabeza, dotada de pequeños cuernos, contra el oponente.
El descubrimiento de los paleontólogos chinos arroja una pieza decisiva en un debate tan antiguo como el de la paleontología: ¿por qué la jirafa tiene el cuello tan largo?
Los paleontólogos han defendido durante mucho tiempo la tesis de la ventaja ecológica, según la cual este cuello largo otorgaba a su poseedor una ventaja decisiva para alcanzar el follaje alto. Más reciente y muy discutida, la otra teoría postula que un cuello largo y poderoso influye en el resultado de las peleas entre machos y, por tanto, ha favorecido su crecimiento.
– Competencia sexual –
El estudio de Shi-Qi Wang y sus colegas concuerda con esta última tesis: este tipo de lucha es “probablemente la primera razón por la que las jirafas desarrollaron un cuello largo”, lo que les dio ventaja para pastar en el follaje alto.
“É um exemplo perfeito de + exaptação +, ou seja, de uma vantagem proporcionada por um órgão que será útil mais tarde para outro uso”, explica à AFP o paleontólogo Grégoire Metais, do Museu Nacional de História Natural, que saúda um “estudo muy bonito”.
Según él, las jirafas se embarcaron en una “carrera por delante” por un cuello largo y reforzado. Esto “muestra una vez más que la competencia sexual es uno de los motores de la evolución, lo que conduce a innovaciones morfológicas que pueden utilizarse para otros fines”.
En el caso de Discokeryx xiezhi, su morfología representó “la adaptación más ideal para dar cabezazos, en comparación con las especies actuales” que practican esta práctica, según el estudio.
Como evidencia, el modelado por computadora del impacto de un cabezazo aplicado a otros rumiantes combativos como el buey almizclero sugiere que “la morfología muy especial de la cabeza y el cuello de Discokeryx xiezhi estaba relacionada con un cabezazo intenso”. Y que esta morfología le dio una capacidad sin igual para “absorber la energía del choque y proteger su cerebro”.
El estudio también establece claramente que este fósil era una jirafa, que surgió hace unos 20 millones de años, de las cuales las únicas dos especies que aún existen son la jirafa y el okapi.
Pero entonces, ¿por qué Discokeryx xiezhi no desarrolló también un cuello largo? Primero, porque no lo necesitaba: vivió un episodio notable del Mioceno, en el que se produjo un marcado calentamiento del clima, que le permitió pastar a voluntad. Luego, porque era solo “el comienzo de la historia de las jirafas”, recuerda el Sr. rieles. Y el crecimiento de sus largos cuellos.
“Apasionado especialista en tocino. Defensor de Internet. Adicto a la cerveza. Amable aficionado a los zombis. Experto en Internet”.