Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que para el año 2025 aún habrá al menos mil millones de fumadores en todo el mundo. Ante esta preocupante cifra, las políticas tradicionales de prevención y cesación del tabaquismo parecen no estar siendo efectivas.
Para hacer frente a esta problemática, la empresa Philip Morris International está apostando por alternativas sin combustión para lograr un futuro libre de humo. Estas alternativas incluyen los cigarrillos electrónicos y los dispositivos de calentamiento de tabaco.
Al eliminar la combustión, se reduce considerablemente la presencia de sustancias nocivas presentes en el humo del tabaco. Esto abre un mundo de posibilidades, ya que estas alternativas tienen el potencial de reducir significativamente el riesgo de daño asociado al tabaquismo.
Algunos países, como el Reino Unido, han decidido incluir la reducción del daño en sus políticas contra el tabaquismo. Reconocen que es importante ofrecer opciones menos perjudiciales para aquellos fumadores que no logran abandonar el hábito por completo.
No obstante, es importante trabajar en conjunto para proporcionar información basada en evidencia científica a los fumadores adultos. Si bien estas alternativas sin combustión pueden ser una opción más segura para aquellos que no pueden dejar de fumar, es necesario recordar que la nicotina no es inocua y está contraindicada para ciertos perfiles de personas, como los jóvenes y las mujeres embarazadas.
En conclusión, la lucha contra el tabaquismo continúa siendo un desafío a nivel mundial. Sin embargo, las alternativas sin combustión representan una esperanza para reducir los efectos nocivos del tabaco en la salud de las personas. Es necesario fomentar políticas que incluyan la reducción del daño y proporcionar información adecuada para que los fumadores adultos tomen decisiones informadas sobre su salud.
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