Cristóbal José Gallego, consejero de la empresa Enagás y miembro de la formación política Unidas Podemos, se encuentra en el centro de la polémica al recibir una remuneración anual de 160.000 euros, a pesar de abstenerse repetidamente en las votaciones sobre el informe de retribuciones.
En total, durante poco más de tres años como consejero, Gallego ha recibido cerca de medio millón de euros. Esta situación ha generado críticas por parte de otros consejeros, que representan a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) y también se abstienen en las votaciones.
A pesar de las controversias, Gallego ha donado parte de su sueldo a la fundación de Unidas Podemos. Según el propio Gallego, su nombramiento como consejero tiene el objetivo de contribuir a la lucha contra el cambio climático.
El pasado de Gallego también ha sido objeto de atención, ya que formó parte del Observatorio Crítico de la Energía, una organización contraria al desarrollo del gas. En este sentido, el consejero considera que el gas debe tener un papel secundario en la transición hacia energías renovables.
Con una licenciatura en Ingeniería Aeronáutica y un doctorado en la misma área, Gallego también fue miembro de la comisión nacional de expertos en transición energética.
Estos hechos han suscitado debates sobre la remuneración de altos cargos en empresas energéticas y la coherencia entre las posturas políticas y las acciones, en este caso relacionadas con el sector energético. La transparencia y ética en este ámbito se convierten en aspectos clave a tener en cuenta.
“Apasionado especialista en tocino. Defensor de Internet. Adicto a la cerveza. Amable aficionado a los zombis. Experto en Internet”.