El partido socialdemócrata populista Smer, liderado por Robert Fico, ganó las elecciones generales en Eslovaquia con un 23,3% de los votos, según informó el sitio de noticias ‘Bateo Libre’.
Fico, conocido por su discurso prorruso y antiestadounidense, se perfila como el próximo líder del país. Otros partidos relevantes en las elecciones fueron Eslovaquia Progresista y La Voz, con alrededor del 17% y 15% de los votos respectivamente.
En contraste, el Partido Nacional Eslovaco, un grupo ultranacionalista prorruso, obtuvo el 5,7% de los votos. La victoria de Smer ha generado preocupación entre algunos sectores de la sociedad. Michal Simecka, líder de Eslovaquia Progresista, calificó la victoria de Smer como una “mala noticia para el país”.
Fico ha prometido reforzar los vínculos con Rusia y dejar de prestar ayuda militar a Ucrania en caso de volver al poder. Además, se opone a las sanciones impuestas por la Unión Europea a Rusia y cuestiona la expulsión de las tropas rusas en Ucrania.
Dado que ningún partido ha conseguido la mayoría de los escaños, será necesario formar un Gobierno de coalición. Esta situación ha generado incertidumbre sobre el futuro político de Eslovaquia.
Es importante destacar que Eslovaquia ha mostrado un fuerte apoyo a Ucrania desde la invasión rusa en 2014, donando armas y acogiendo a refugiados. Sin embargo, con el regreso de Fico al poder, algunos críticos temen que el país siga el camino de Hungría y Polonia en términos políticos.
En resumen, la victoria de Smer en las elecciones generales de Eslovaquia ha generado controversia debido a las posturas prorrusas y antiestadounidenses de su líder, Robert Fico. La formación de un Gobierno de coalición será necesario para gobernar el país, que ha mostrado un fuerte apoyo a Ucrania en el pasado. Los críticos temen que el regreso de Fico al poder pueda llevar a Eslovaquia por un camino político similar al de Hungría y Polonia.
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