La tensión en Oriente Medio sigue en aumento debido a la incursión terrorista de Hamas en Israel, la cual ha dejado como resultado más de 1.400 muertos y 199 secuestrados. Este conflicto ha dado inicio a una guerra en la región que parece no tener fin.
Los medios de comunicación informaron recientemente sobre un acuerdo entre Estados Unidos, Egipto e Israel para permitir la salida de la Franja de Gaza a cientos de extranjeros y palestinos que poseen pasaporte de otros países. Esta medida incluía a ciudadanos estadounidenses y europeos. Sin embargo, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha negado rotundamente estas afirmaciones, asegurando que no existe ningún alto el fuego ni ayuda humanitaria a cambio de la salida de extranjeros.
Mientras tanto, Israel sigue concentrando tropas frente a la Franja de Gaza en preparación para una posible invasión del territorio palestino. Los bombardeos continuados, como respuesta a la ofensiva de Hamas, ya han causado más de 2.600 muertos y un millón de desplazados. Ante la situación, el ejército israelí está instando a los 1,1 millones de habitantes del norte de Gaza a dirigirse hacia el sur, ante la posibilidad de una incursión en el enclave.
La violencia y los bombardeos no cesan. En las últimas 24 horas, las tropas israelíes han atacado más de 250 objetivos del movimiento islamista Hamas, dejando como saldo la muerte de otro comandante de la organización: Muetaz Eid, responsable de Seguridad Nacional del Distrito Sur.
Esta situación ha llevado a la comunidad internacional a manifestar su preocupación y pedir una pronta solución a este conflicto. Mientras tanto, los ciudadanos de la región se encuentran en peligro constante y viven con el miedo de un posible desenlace aún más trágico. La guerra en Oriente Medio parece no tener fin y las consecuencias humanitarias son desgarradoras.