Huelga de trabajadores en plantas de General Motors, Ford y Stellantis en Estados Unidos
Más de 13.000 trabajadores de tres plantas de montaje de General Motors, Ford y Stellantis en Estados Unidos se han declarado en huelga debido a la falta de acuerdo para un nuevo convenio colectivo. Esta es la primera vez que las fábricas de los llamados Tres Grandes de Detroit se declaran en huelga al mismo tiempo.
El presidente del sindicato United Auto Workers (UAW), Shawn Fein, anunció la huelga en las plantas de GM, Stellantis y Ford. Los trabajadores abandonarían sus puestos si no se llegaba a un acuerdo para la firma de un nuevo convenio colectivo.
UAW reclama un aumento salarial, la restitución de las pensiones tradicionales, reducción de la jornada laboral y la sindicalización de los trabajadores de las fábricas de producción de baterías. Para presionar a las empresas, UAW planea utilizar la estrategia de huelgas selectivas en distintas plantas.
La última huelga en el sector automotriz ocurrió en 2019 y duró 40 días, costándole a GM alrededor de 3.800 millones de dólares. Se estima que una huelga de 10 días por parte de los trabajadores de GM, Ford y Stellantis tendría un costo de 5.000 millones de dólares.
Esta huelga representa un desafío importante para las compañías automotrices, ya que interrumpe la producción y podría resultar en pérdidas económicas significativas. Asimismo, pone de manifiesto las tensiones entre los trabajadores y las empresas en relación con los salarios y las condiciones laborales.
El sindicato UAW ha expresado su determinación de luchar por los derechos de los trabajadores y asegurar un convenio colectivo justo. Mientras tanto, las compañías automotrices están bajo presión para llegar a un acuerdo y evitar mayores pérdidas económicas.
En resumen, la huelga de los trabajadores de las plantas de GM, Ford y Stellantis en Estados Unidos se lleva a cabo debido a la falta de acuerdo para un nuevo convenio colectivo. Los trabajadores están demandando mejores salarios y condiciones laborales. Esta situación representa un desafío para las compañías automotrices y se espera que tenga un impacto significativo en la producción y la economía en general.
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