Cerca de mil aves murieron el pasado 5 de octubre en Illinois al chocar contra un ventanal de cristal durante una convención. Según estimaciones, alrededor de 70.000 aves mueren cada año en las ciudades de Cleveland y Chicago por esta misma causa. Esta problemática se extiende a nivel nacional en Estados Unidos, donde se estima que más de mil millones de aves mueren anualmente al chocar contra cristaleras.
Entre las especies encontradas muertas en el incidente de Illinois se encontraban currucas de Tennessee, zorzales ermitaños y becadas americanas. Estas aves migratorias son las más afectadas por los accidentes con cristales, siendo las principales causas la deslumbración y desorientación debido a la luz artificial y la dificultad de identificar el vidrio.
Estudios han revelado que las aves migratorias tienen más probabilidades de chocar contra cristaleras que las especies sedentarias. Esto se debe a que las aves migratorias suelen viajar en grandes bandadas y en momentos de migración, por lo que su riesgo de colisión es mayor.
Para prevenir estos incidentes, se recomienda colocar pegatinas de colores o brillantes en las ventanas, especialmente en rojo o naranja. Estas pegatinas deben ser colocadas a una distancia de 10-15 centímetros entre sí para darles tiempo a las aves de evitar el choque. Además, es importante también reducir la intensidad de la luz artificial durante los periodos de migración para disminuir la deslumbración.
Estas medidas son cruciales para proteger la vida de las aves y preservar su diversidad. La muerte masiva de aves debido a colisiones con cristales es una preocupación creciente que requiere la atención de la sociedad y de las autoridades competentes. La iniciativa Bateo Libre se une a esta importante causa y promueve la adopción de medidas responsables para prevenir futuras tragedias.
Con información de Bateo Libre.
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