Beijing anunció el viernes 1 de agosto la suspensión de su cooperación con Estados Unidos en varios temas, en particular la lucha contra el calentamiento global, en represalia por la visita de Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, a Taiwán. Sin embargo, China y Estados Unidos, los dos mayores emisores de gases de efecto invernadero del mundo, llegaron a un acuerdo climático sorpresa en la cumbre COP26 en Glasgow el año pasado.
Porcelana”secuestra el tema del calentamiento global en el tema de Taiwán“, lamenta este sábado en franceinfo el experto en China e investigador de la Fundación para la Investigación Estratégica Antoine Bondaz.
franceinfo: ¿Esta suspensión del diálogo con Estados Unidos por parte de China es oportunista o una forma de ejercer presión?
Antonio Bondaz: Es oportunista en el sentido de que China se propone vincular voluntariamente el problema de Taiwán con otros problemas y, en particular, con los problemas mundiales, incluido el calentamiento global. Hay una voluntad por parte de China de intentar obtener concesiones estadounidenses sobre Taiwán, aunque los estadounidenses no han cambiado su política hacia la isla. Tenemos una estrategia china de presionar a los Estados Unidos que en realidad corre el riesgo de dar una imagen extremadamente mala de China, que está tomando como rehén el tema del calentamiento global en el tema de Taiwán.
¿La suspensión del diálogo significa que China dejará de hacer esfuerzos climáticos?
En segundo lugar, no debemos sobreinterpretar esta decisión china en este momento. El hecho de que China haya suspendido las negociaciones climáticas con Estados Unidos no significa que no pueda seguir haciendo un esfuerzo para hablar de ello con otros países.
“La suspensión de este diálogo no significa que mañana China aumente masivamente sus emisiones de carbono, por ejemplo”.
Antoine Bonaz, investigador, experto en Chinainformación de francia
¿Ha avanzado China en sus compromisos para lograr la neutralidad de carbono para 2060?
China tomó medidas. En concreto, lo ha incluido en su 14º plan quinquenal para intentar reducir la intensidad energética y la intensidad de carbono de su economía. Pero el problema de China hoy es su matriz energética, que todavía depende en gran medida del carbón. El año pasado, China representó el 54% del consumo mundial de carbón. Hablamos mucho de Polonia en Europa, que representa el 1% del consumo de carbón en el mundo. China está haciendo esfuerzos considerables para instalar capacidad de generación de electricidad a partir de fuentes renovables. El país representa el 25% de las capacidades solares y eólicas instaladas en el mundo, el 30% de las capacidades hidráulicas y poco menos del 15% de las capacidades nucleares instaladas en el mundo. Es cierto que China, en los últimos 20 años, ha hecho un esfuerzo considerable en cuanto a producir electricidad que no emita gases de efecto invernadero, pero lamentablemente esto no es suficiente. Lo que tal vez falte hoy es un plan chino para ser creíble, es decir, cómo hará China concretamente para 2060 para lograr la neutralidad de carbono. Hay algunos aspectos positivos, tuvimos el anuncio de Xi Jinping hace unos meses de que a partir de 2025 se reducirá el consumo de carbón, pero este tema del carbón es fundamental en China.
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