“Es imposible saber cuándo decidirá completar por completo” su retiro, confía un conocedor del universo Bolloré. “De todos modos, aunque se dé cuenta, mantendrá siempre la torre de control de la Compagnie de l’Odet”, prosigue.
Este holding está a la cabeza del imperio Bolloré, formado en cuarenta años a través de adquisiciones y que cuenta con 80.000 empleados y 24.000 millones de euros de facturación anual. Un imperio.
La semana pasada, BFM Business ya había dicho que la transferencia de poder se “retrasaría”. Vincent Bolloré, que cumplió 70 años en abril, había anunciado tiempo atrás que su jubilación coincidiría con el 200 aniversario de la empresa. “Dejaré mi lugar […] cuando celebremos el bicentenario del grupo”, repitió el 19 de enero ante una comisión senatorial de investigación sobre la concentración de medios.
El bicentenario se celebró el jueves, según la tradición, en Ergué-Gabéric, un pequeño pueblo del Finisterre, donde se encuentra la sede de la Compagnie de l’Odet. Otra gran fiesta está prevista para julio.
consultor informal
Desde el punto de vista del título, el patriarca ya se retiró en favor de dos de sus hijos: Yannick, director ejecutivo de Havas desde 2013, se convirtió en presidente del consejo de supervisión de Vivendi en 2018, y Cyrille, tomó las riendas del grupo Bolloré en marzo. 2019. Pero en realidad, Vincent Bolloré sigue ahí.
“No tiene título pero sabemos que influye en las grandes decisiones estratégicas”, subraya una fuente cercana, para quien el empresario ocupará este rol de asesor informal del grupo “indefinidamente”, que dependerá “de la evolución de los problemas”. .
Porque aún quedan varios asuntos candentes por completar: hacerse con la totalidad del capital del grupo Lagardère, impedir que el fondo de inversión estadounidense KKR se instale en Telecom Italia -del que Vivendi es el mayor accionista- y convencer al Gobierno español para que deje a Vivendi tomar casi El 30% del capital del grupo mediático Prisa, propietario del diario El País, frente al 9,9% actual.
Por no hablar de la prevista venta de la filial logística del grupo en África, obstaculizada por varios juicios, que Vincent Bolloré pretende llevar a cabo, como tantas otras operaciones anteriores.
“Ideología reaccionaria”
A Le Breton le gusta recordar que a principios de la década de 1980, cuando comenzó a restaurar la papelería de la familia, “empleaba a poco menos de 800 personas”. Hoy, el grupo tiene un peso colosal en los medios, a veces a costa de brutales reorganizaciones: audiovisual (grupo Canal+ y sus canales C8 y CNews, radio Europe 1), prensa (Prisma Media, el primer grupo de revistas de Francia, JDD, Paris Match, Prisa en España), publicidad y comunicación (Havas), editorial (Editis) o telecomunicaciones (Telecom Italia).
Una concentración preocupante, a pocas semanas de las elecciones presidenciales.
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