Si buscas exotismo, la Carrera Panamericana es para ti. La 34ª edición del renacimiento se centró en viajar por el centro de México a través de 3.610 km de carreteras, incluidos casi 625 km de eventos cronometrados. Bajo la atenta mirada de Prisca Taruffi, invitada como Gran Mariscal para conmemorar el cincuentenario de la victoria de su padre Piero Taruffi, unos cincuenta tripulantes ocuparon sus lugares a bordo de turismos como el Studebaker, desconocido en nuestras regiones. Una marca opulenta de la posguerra, construida en Indiana, los automóviles se sometieron a una importante fase de renovación en los garajes mexicanos.
Al volante de una extravagante máquina que desarrollaba 500 caballos apodado “El Commander”, el francés Hilaire Damiron, navegado por su esposa brasileña Laura Damiron, tomó la delantera el primer día. La pelea se libra con Ricardo Cordero y Marco Hernández de Río. El ex-motociclista, ganador en 2016, lideró una pelea de alto nivel hasta la última especial, ¡donde “El Malditillo” ganó por solo 6 segundos!
“La Carrera es un evento que se ha convertido en un ícono de nuestra identidad nacional que muestra lo mejor de nuestra historia, cultura y hospitalidad desde sus inicios en la década de 1950, cuando se construyó la Carretera Panamericana, lo que llevó a la promoción de México al mundo como un país de primer nivel ” declaró Eduardo León, presidente del evento.
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