El plan europeo de recuperación de 750.000 millones de euros adoptado hace un año por los veintisiete pronto se convertirá en efectivo para los europeos. Para algunos de ellos al menos. El lunes 26 de julio, Croacia, Chipre, Lituania y Eslovenia se unieron al club de países cuyo plan nacional de recuperación fue aprobado por el Consejo, después de haber sido aprobado por la Comisión, y que por tanto tienen acceso a ayudas comunitarias. En total, son dieciséis (Alemania, Austria, Bélgica, Dinamarca, España, Francia, Grecia, Italia, Letonia, Luxemburgo, Portugal, Eslovaquia, además de los cuatro ya mencionados) en este caso.
Para otros, el proceso parece seguir su curso. Con la excepción de Hungría y Polonia, donde la Comisión está tratando de obtener concesiones bajo el imperio de la ley a cambio de su aprobación. “En vista de los debates que surgen de la discriminación contra las personas LGBT en Polonia y Hungría, la Comisión está tratando de responder en el área de la independencia del poder judicial y la lucha contra la corrupción. Incluso si tiene éxito, no todos lo considerarán satisfactorio “, resume un diplomático.
Hungría, sorda a la presión de Bruselas
En Hungría, la aprobación en junio de una ley que prohíbe la “promoción” de la homosexualidad entre menores convenció a la Comisión, bajo la presión de la opinión pública y del Parlamento Europeo, de que era urgente esperar. Desde entonces, el primer ministro Viktor Orban ha anunciado un referéndum sobre esta ley y permanece sordo a las presiones de Bruselas: “Este dinero es nuestro”, dijo el 23 de julio, de los 7.200 millones de euros a los que le da acceso el plan europeo de recuperación. El lunes, el ejecutivo comunitario anunció que había propuesto en Budapest posponer al 30 de septiembre el plazo para evaluar su plan de recuperación, inicialmente previsto para el 12 de julio.
“En relación con la ley anti-LGBT, se le dice a las masas: la Comisión no puede exigir la transformación de Hungría en una democracia liberal sueca a cambio del plan de recuperación”, admite un diplomático. El único recurso posible contra este texto hasta ahora es el procedimiento de infracción iniciado por Bruselas contra Budapest el 15 de julio. Pero la controversia creada por esta ley “Vergonzoso”, para utilizar la expresión de Ursula von der Leyen, la presidenta de la Comisión, obligó al ejecutivo comunitario a endurecer el tono en otros temas, tan estructurantes para Europa y para los que el plan de recuperación ofrece, en este caso, una palanca de acción.
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