Delastek asociado al proyecto Flying Whales

Delastek asociado al proyecto Flying Whales

EL NEGOCIO. Delastek fue elegido para fabricar las cabinas de un nuevo y revolucionario medio de transporte aéreo destinado a transportar grandes piezas en regiones remotas o inaccesibles.

Junto con el fabricante de motores Pratt & Withney y Thales Canada, la empresa con sede en Shawinigan es uno de los tres socios que trabajan con Flying Whales para construir el LCA60T, un dirigible que mide 200 metros de largo por 60 metros de diámetro en su parte más ancha.

“Es un gran proyecto, confirma Andy Lessard, director de desarrollo de negocio de Delastek, empresa fundada por su padre Claude Lessard en 1984 (CSeries) que llevó a Flying Whales a asociarla al ambicioso proyecto en el que ya ha invertido el gobierno de Quebec. 75 millones de dólares.

“En términos de ancho, será similar a lo que hacemos para los aviones, pero es muy diferente en términos de geometría”, agrega. Además de la cabina, los ingenieros de Delastek deberán diseñar el área de descanso de la tripulación, así como la cabina del operador de la grúa responsable de la carga y descarga del equipo.

Con 96 metros de largo por 8 de ancho y 7 de alto, este moderno zepelín tendrá una capacidad de carga de 60 toneladas. Realizando sus despegues y aterrizajes verticalmente, la aeronave cargará y descargará equipos mientras se cierne. Su proponente apunta a la posibilidad, por ejemplo, de transportar palas de turbinas eólicas, turbinas hidráulicas o equipos forestales y mineros miles de kilómetros hasta regiones remotas del extremo norte de Canadá.

Delastek está apenas al comienzo del proceso y por lo tanto forma parte de su equipo de ingenieros y técnicos del sector de Grand-Mère que están trabajando en el LCA60T. “Es nuestra forma de hacer las cosas en casa. El diseño y la ingeniería se hacen en Shawinigan, mientras que la mayor parte de la producción está en nuestras fábricas en Plattsburgh, Estados Unidos, y en Querétaro, México”, explica Andy Lessard, quien estaba en las instalaciones de la empresa en México cuando se unió a L’Hebdo.

En el caso de la futura aeronave de carga, sin embargo, debido a la participación financiera del gobierno, su montaje se realizará en Quebec en una nueva fábrica cuya ubicación aún no ha sido precisada. En rueda de prensa a principios de septiembre, los jefes de Flying Whales hablaron de un horizonte de unos cinco años antes de ver volar un primer avión y una treintena de cartas de intenciones firmadas por potenciales clientes.

El director de desarrollo de negocios señala que, actualmente, los espacios disponibles en la planta de Shawinigan cubren las necesidades, pero que cuando lleguen los primeros pedidos habrá que hacer una reflexión y un análisis. No se debe descartar la posibilidad de trasladarse más cerca del lugar donde se llevará a cabo el montaje final, subraya Andy Lessard.

Más de 70 personas trabajan en la fábrica de Shawinigan de Delastek, en comparación con alrededor de 100 en los EE. UU. y México.

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