Cada 4 de marzo en todo el mundo se celebra el Día Mundial de la Obesidad, una enfermedad que afecta a más de mil millones de personas según un estudio realizado por el Imperial College de Londres. Según este estudio, la obesidad es la forma más común de malnutrición en la mayoría de países, y se cree que el aumento de la pobreza y el encarecimiento de los alimentos sanos pueden ser causas importantes.
El estudio analizó los datos de más de 220 millones de adultos y niños en casi 200 países, y encontró que en 2022 se estimaba que 879 millones de adultos y 159 millones de niños y adolescentes padecen obesidad. Además, las tasas de obesidad han aumentado significativamente en comparación con las de 1990, y la obesidad es más prevalente en países de ingresos bajos y medios, superando a muchos países industrializados de renta alta.
Los investigadores señalan que el coste de los alimentos saludables y la pobreza son factores clave en el aumento de la obesidad. Por eso, piden políticas integrales que aborden la pobreza y mejoren la seguridad alimentaria, en lugar de simplemente recomendar hacer ejercicio de forma individual. Es necesario abordar las raíces del problema para combatir eficazmente la obesidad a nivel mundial.
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