Opinión
Artículo subido a 29 de diciembre de 2020
El 13 de octubre de 2020, defensores de derechos humanos de la comunidad indígena de la aldea Unión Hidalgo, en el sur de México, llevaron a EDF a los tribunales ante la asociación mexicana ProDESC y el Centro Europeo de Derechos Constitucionales y Humanos, con sede en Berlín. La disputa se refiere al proyecto Gunaa Sicaru para la implementación de un campo de aerogeneradores con dimensiones industriales, sin consulta previa con la población.
Si este proyecto sale a la luz, 115 aerogeneradores, culminando en 70 u 80 metros de altura, podrían instalarse “a priori” mañana cerca de las casas, en todo el pueblo. “A priori” porque, como señala Guadalupe Ramírez, una de las denunciantes, la población no tiene voz en este proyecto: “A menudo somos los últimos en ser informados sobre el progreso de los proyectos. Por ejemplo, EDF decidió en el último momento, sin decirnos nada, cambiar el número y la altura de los mástiles de la flota. ¿Cómo puede la empresa afirmar que está preocupada por el desarrollo de Unión Hidalgo de esta manera? “
Esta falta de información es aún más preocupante porque los críticos del proyecto son intimidados, insultados e incluso amenazados de muerte … en una región donde los opositores a estos parques eólicos ya han sido asesinados. [1].
Las personas que critican el proyecto son intimidadas, insultadas e incluso amenazadas de muerte
Defensores de Unión Hidalgo, ProDESC y el Centro Europeo de Derechos Constitucionales y Humanos demandaron a EDF. Exigen que la empresa suspenda su proyecto hasta que las poblaciones puedan dar su consentimiento libre, previo e informado y mientras las amenazas sigan pesando sobre los defensores de la comunidad.
Un primero
Esta es la primera acción legal, iniciada en Francia, por una comunidad indígena en América Latina. La citación se hizo invocando la ley de deber de vigilancia. Adoptada en Francia en 2017, esta ley, por la que se movilizó fuertemente el CCFD-Terre Solidaire, exige que todas las grandes empresas francesas respeten los derechos humanos y el medio ambiente en todas sus actividades, ya sea en Francia o en el extranjero.
EDF violó el derecho internacional y la Constitución mexicana
Sin embargo, en el caso de Unión Hidalgo, EDF violó el derecho internacional y la Constitución mexicana al firmar contratos de suministro de energía y usufructo de tierras comunales antes de obtener el consentimiento de las comunidades indígenas.
La empresa tampoco identificó los riesgos ni implementó medidas para proteger a las comunidades. Buscando adornarse con las virtudes de la participación, organizó “consultas” a posteriori. Pero estas consultas de fachada fueron parciales, como atestigua Guadalupe Ramírez: Se organizó una “consulta” en torno a este proyecto, pero lejos de las normas internacionales, en particular las de la Organización Internacional del Trabajo. ¡Estas reuniones reunieron a un máximo de 400 personas, que afirmaron ser representativas de una población de 14.000! Se les pagó a los botones para cubrir nuestras voces e impedirnos hablar. ”
El Estado francés, accionista mayoritario de EDF
De acuerdo con la ley del deber de vigilancia, corresponde a los jueces franceses decidir si EDF respeta o no los derechos humanos en Unión Hidalgo. De hecho, esta ley requiere que EDF se asegure de que sus filiales y socios comerciales en el extranjero respeten los derechos humanos en todas sus actividades. Por lo tanto, los jueces franceses podrían finalmente obligar a EDF a respetar el derecho mexicano y el derecho internacional y modificar sus prácticas en consecuencia.
La transición ecológica esencial no se puede lograr violando los derechos de las personas, las leyes locales y el derecho internacional.
En los próximos meses, las audiencias se llevarán a cabo en el tribunal judicial de París. El CCFD-Terre Solidaire apoyará a los demandantes y asociaciones en este trámite, para dar a conocer su justa lucha. También solicitaremos al gobierno, ministerios y miembros de la Asamblea Nacional. Porque el Estado francés, accionista mayoritario de EDF, con el 83% de su capital, no puede ser cómplice de estas violaciones de derechos humanos.
La transición ecológica esencial no se puede lograr violando los derechos de las personas, las leyes locales y el derecho internacional. Es en nombre de esta convicción que el CCFD-Terre Solidaire apoya las justas demandas de la comunidad Unión Hidalgo.
Por Swann Bommier, responsable de la promoción y regulación de las multinacionales
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[1] En junio de 2020, el diario británico The Guardian informó del asesinato de 15 personas, asesinadas por oponerse a un proyecto eólico que afecta a una laguna y sus alrededores, utilizada para la pesca y la agricultura.
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