Tres días después de celebrar 15 años de vida con su familia, Sharick Lizeth Márquez Téllez desapareció. Tuvo lugar el 18 de noviembre, en el barrio Santa Viviana, ciudad de Bolívar, colinda con la comuna 4 del municipio de Soacha, Cazucá.
La última vez que sus padres la vieron, estaba durmiendo. Amanecía y ellos, como siempre, tenían que trabajar. Su padre, Antonio Márquez, dijo que es escolta y su esposa es guardia de seguridad.
La pesadilla comenzó alrededor de las 8 de la mañana de ese miércoles, cuando la más joven se puso en contacto con su madre para avisarle que se dirigía a la casa de una amiga en el mismo barrio. Y Así fue, llegó a la casa de su compañero, pero después de tocar la puerta, nadie abrió.
“Dijo que era para hacer la tarea y la escuela y luego volvería a casa”, dijo Antonio al diario El Tiempo. Según él, al ver que nadie abrió la puerta, Sharick decidió regresar a casa. Eso es lo que le dijo a su madre, con quien habló por última vez en ese momento, a través de WhatsApp.
A las 9 de la mañana intentaron comunicarse con su hija, pero ella no respondió. Ni siquiera a las 2 pm. Estaban desesperados. Solo hasta las 7 de la tarde, después de terminar sus deberes laborales y estar de regreso en casa, pudieron empezar a buscarla en ‘cielo y tierra’. Hasta el 26 de noviembre de este año, el menor no se presentó.
Las autoridades ya tienen conocimiento del caso y están investigando. Desde ese día, los compañeros de escuela de Sharick, sus amigos también. La madre incluso grabó un video en las redes sociales para pedir ayuda y averiguar el paradero del menor, pero ha recibido llamadas que hablan mucho y nada al mismo tiempo.
Según lo que le dijo su padre al entorno de Bogotá, “Muchos dijeron que lo vieron en Bosa; otras, la del 1 de mayo, pero nosotros, con mi mujer, fuimos a buscarla y nada ”. Además de la desaparición de su hija, le preocupa que los oportunistas se aprovechen de la desgracia que están atravesando: “hay criminales para todo”.
A la pregunta sobre si la hija tiene novio, planteada por las autoridades y los medios de comunicación, los padres responden que no, avíseles. Sin embargo, buscaron en las redes sociales y su computadora cualquier indicio de que estaba saliendo con alguien y no lo encontraron, explicó su padre.
No saber si fue secuestrada e imaginar cuánto está sufriendo es un martirio para sus padres. Más aún si tenemos en cuenta que el barrio en el que vive “es realmente un lío”, como dice Antonio.
Si tiene información sobre Sharick puede comunicarse con las autoridades o al 3218245481
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