¿Esperma de otros mundos y tiempos? Los científicos en China han descubierto el esperma animal más antiguo jamás revelado.
El esperma fue encontrado en un ostracódigo, un crustáceo del tamaño de una semilla de amapola, que vivió hace más de 100 millones de años y, a pesar del diminuto organismo, el tamaño de este espermatozoide es cuatro veces mayor que el del humano.
Los ostracodes son un tipo de pequeños artrópodos acuáticos que se han mantenido prácticamente sin cambios durante milenios. A veces se les llama ‘mejillones camarón’ porque se parecen a los camarones que viven en conchas protectoras y han existido durante al menos 500 millones de años.
“Los ostrácodos de los crustáceos bivalvos tienen el registro fósil más rico de cualquier grupo de artrópodos y exhiben estrategias reproductivas complejas que contribuyen a su éxito evolutivo”, dice el resumen de la investigación publicado en La Royal Society.
La reproducción sexual con espermatozoides gigantes, compartida por tres superfamilias de crustáceos ostracod vivos, es uno de los comportamientos más fascinantes, informa el artículo.
Sin embargo, el origen y evolución de este mecanismo reproductivo ha sido poco explorado, ya que la preservación de fósiles es extremadamente rara, por lo que en esta investigación se conservan excepcionalmente ostrácodos con partes blandas (apéndices y órganos reproductores) en una sola pieza de ámbar procedente de la Cretácico medio en Kachin.
Estos seres son anteriores a los dinosaurios y mamíferos y han sobrevivido a varios eventos de extinción.
El esperma de los ostrácodos modernos puede ser 100 veces más largo que el de los humanos, razón por la cual los científicos lo llaman “esperma gigante”.
El descubrimiento ahora destaca la capacidad del ámbar para documentar las partes blandas de los invertebrados que rara vez se registran en otros entornos de depósito.
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