Publicado en :
Rebote en el caso del espionaje del software Pegasus, desarrollado por una empresa israelí: tras la información de que 56 líderes separatistas catalanes eran espiados por este sistema, que provocó una crisis sin precedentes entre Madrid y Barcelona, el Gobierno por su parte denuncia que los celulares del jefe de gobierno Pedro Sánchez y de la ministra de Defensa Margarita Robles también habrían sido infectados. Como resultado, los servicios de inteligencia, el CNI, se desvinculan y su directora Paz Esteban comparece este jueves 5 de mayo ante la Comisión Secreta del Parlamento. Y la soga se aprieta a Pedro Sánchez.
Con nuestro corresponsal en Madrid, François Musseau
El caso Pegasus se ha vuelto más confuso que nunca. Y la crisis política crece cada vez más. Al principio, el gobierno de Sánchez fue acusado de espiar a los líderes separatistas catalanes. A partir de ahora, es criticado por no tener la capacidad de garantizar la seguridad nacional. Y sus servicios de inteligencia están en la primera línea de estas acusaciones.
Una sensación de desconcierto que Juanma Varela, pastelero, resume bien: “ Es un desastre. ¿Quién espía a quién? ¿El gobierno espía a los líderes separatistas o los separatistas espían al gobierno? Al final, siempre es lo mismo. Todos tienen el programa y todos quieren disfrutarlo. ¿Y quién sufre? Como siempre, gente. Porque, finalmente, somos los más espiados. »
► Leer también: Pedro Sánchez y el ministro de Defensa español en la mira de las escuchas ilegales
¿Quién está detrás de este escándalo?
La gente ya no sabe qué hacer con este caso. ¿Quién está detrás de este escándalo de espionaje? El Gobierno ? ¿Marruecos? ¿Otro Estado? Gabriel Sánchez, un informático, lo expresa de esta manera: Es un problema endémico de crisis de confianza entre las distintas autoridades. Porque si realmente no tuvieran estos problemas organizativos internos para saber quién espía a quién, no habría necesidad de abrir una comisión de investigación para aclarar las responsabilidades de cada uno. »
Aún así, la presión aumenta sobre Pedro Sánchez. Se las arregló para evitar una comisión de investigación. Le resultará difícil no dar explicaciones ante el Parlamento.
“Experto en cerveza. Practicante de twitter de toda la vida. Lector ávido. Organizador. Fanático del tocino. Creador. Típico defensor de la televisión”.