El incendio masivo que se desató el viernes en un depósito de petróleo al este de La Habana y que, según un informe provisional, dejó un muerto y 14 desaparecidos, está “bajo control”, anunciaron este miércoles los bomberos.
“Podemos decir que el fuego está bajo control”, dijo a los periodistas el subjefe de bomberos de Cuba, Alexander Avalos Jorge, quien reconoció la asistencia brindada por México y Venezuela.
El desastre comenzó la noche del viernes cuando un rayo cayó sobre un primer tanque en el complejo petrolero ubicado en las afueras de Matanzas, una ciudad de 140.000 habitantes a 100 kilómetros al este de La Habana. Luego, el fuego se extendió a otros tres tanques que podrían contener hasta 52 millones de litros de diésel o crudo.
“Estamos más serenos”, se regocijó Ávalos, precisando que la extinción total de las llamas alimentadas por las ingentes cantidades de petróleo “no es para hoy”.
Un piloto cubano que sobrevoló la zona en la mañana de este miércoles dijo a la televisión nacional que uno de los tanques “está prácticamente extinguido” y que “hoy le vamos a dar los últimos retoques”.
Según imágenes tomadas por este helicóptero de la Armada de México, un segundo incendio de un tanque arroja menos humo y llamas que en días anteriores.
Un humo aún tan denso y negro, que dificulta la visibilidad, escapa sin embargo de otros dos tanques pero las columnas de llamas que se elevan en el cielo también parecían menos altas.
“El trabajo fue efectivo”, agregó el piloto cubano, en referencia a los esfuerzos por contener el fuego a distancia del grupo de otros cuatro megatanques en el depósito, ubicado a 150 metros del incendio.
Una embarcación contraincendios de la Armada de México rocía agua a 150 metros de distancia y cinco helicópteros realizan lanzamientos incesantes. A lo lejos, la nube de humo que se eleva en el cielo parece más clara, señalaron periodistas de la AFP.
– “Recuperar a las víctimas” –
Un bombero murió y 14 están desaparecidos, según un informe provisional. Veinte personas siguen hospitalizadas de los 128 heridos.
El martes, el presidente Miguel Díaz-Canel dijo a la prensa que con los avances “podremos ir a recuperar a las víctimas”, la mayoría de las cuales fallecieron en la madrugada del sábado, cuando una explosión incendió el primer tanque.
“Será un momento muy difícil” para el que “debemos estar preparados y apoyar a estas familias”, añadió.
Unos 17 aviones en total, 13 de México y cuatro de Venezuela, que transportaban expertos en extinción de incendios con aceite y espuma para combatir incendios, aterrizaron en el balneario de Varadero, 40 kilómetros al noreste de Matanzas.
México envió cerca de 45.000 litros de extintor de espuma, 171 rollos de manguera, 10 helicópteros jet, dos bombas de rociado de espuma y 300 kilos de medicamentos.
Washington, tras expresar este sábado sus condolencias, “ofreció su asistencia técnica, que también agradecemos y aceptamos. Los dos gobiernos están en contacto regular. No hay que especular”, tuiteó el vicecanciller cubano, Carlos Fernández de Cossío, en referencia a los mensajes. que apareció en las redes sociales quejándose de que La Habana no acepta la ayuda estadounidense.
Este incendio en el mayor centro de almacenamiento de crudo de Cuba, estratégico para el abastecimiento de las termoeléctricas del país, tendrá consecuencias para el suministro eléctrico de la isla.
La cercana central térmica Antonio Guiteras, abastecida por un oleoducto desde este yacimiento petrolero, volvió a funcionar el miércoles tras dos días de parada, limitando los cortes de energía en todo el país, que ya enfrentaba una severa escasez de producción.
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