Estuvo escondido allí todo el tiempo. En marzo de 2015, se denunció a la policía estadounidense la desaparición de Rudolph “Rudy” Farias, entonces un adolescente. Las autoridades acaban de descubrir que, de hecho, regresó a la casa familiar al día siguiente. Y que durante ocho años buscaron en vano.
Ahora con 25 años, Farias en realidad vivía recluido con su madre, quien era totalmente cómplice de la situación. A sabiendas mintió a la policía en varias ocasiones, dando pistas falsas y nombres falsos para que no se descubriera el jarrón de rosas. Finalmente, fue Dios quien sacó lo mejor del secreto: el hombre fue identificado a principios de julio mientras dormía afuera de una iglesia en Houston, Texas.
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El caso sigue en curso, explica CNN. Pero la policía llevaba varios años en duda, de ahí su creciente tenacidad en este expediente. Poco a poco, los responsables de la investigación pudieron “reunir pruebas que demuestren que Rudy no había desaparecido durante esos ocho años”. Y por eso reforzaron su vigilancia.
razones desconocidas
Queda por ver si el texano corre el riesgo de ser demandado. Sin embargo, el teniente Christopher Zamora, a cargo del caso, indica que por lo menos podría estar en problemas por proporcionar una identidad falsa durante un control policial. Pero la justicia optó por esperar al final de la investigación para abrir un posible proceso.
¿Por qué tal esquema? Hasta el día de hoy, nadie sabe la respuesta. Parece que Faria era “con tu madre por elección”, que descarta la posibilidad de secuestro familiar. ¿Solo quería vivir como un fantasma, sin obligaciones? ¿Hay una preocupación psicológica o un secreto familiar enterrado? El misterio es por ahora completo.
Casi 360.000 denuncias de niños desaparecidos se hicieron al FBI en 2022, dice CNN. Un número proporcionado por el Centro Nacional para Niños Desaparecidos y Explotados, que agrega que este número incluye potencialmente una buena cantidad de duplicados, con algunas desapariciones a veces reportadas por varios adultos diferentes.
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