“¡Ko’one’ex México!” (se va a México): la periodista y fotógrafa de 32 años viajó a Doha para un gran debut: transcribir, no en español sino en su lengua ancestral, el náhuatl, un partido de la fase final del Mundial, en el acto y en las condiciones de vida.
“Es una gran experiencia” dijo tras cubrir la eliminatoria ante Polonia (0-0) en plena fan zone de Ciudad de México, entre miles de aficionados, antes de volar al emirato.
“Sentimos discriminación en varios ámbitos y esta es una oportunidad para superarla con nuestras lenguas maternas”, se entusiasma la joven del estado de Hidalgo (centro oriente).
Una lengua ancestral marginada
Marginado por el español, el náhuatl legó a las lenguas latinas algunas palabras para designar las especialidades mesoamericanas (maní, chocolate, tomates…).
Cerca de 7.3 millones de mexicanos (6.1 % de la población) hablan una lengua ancestral (náhuatl, maya, mixe, mixteco, chatino, zapoteco, etc.), según datos oficiales.
Lin comenta los partidos en Nahualt para las estaciones de radio de Televisa. El martes, a su lado, Adolfo Haas, de 31 años, cubrió el encuentro en maya.
“ko’ochaj tu p’íich” (canto), “tu jo’usai le k’aan tarjeta’o'” (tarjeta amarilla), paklan bíin ma’alob ti’ob (dibujo): las lenguas antiguas se adaptan a modernidad futbolística.
Licenciado en ciencias de la información y la comunicación, Adolfo es junto a Lin el representante de una iniciativa llamada “Comentaristas indígenas – la selección es de todos”, auspiciada por una famosa marca de cerveza.
(Con AFP)
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