Londres fue escenario de un curioso golpe de Estado en el golpe de Estado birmano del jueves 8 de abril. El embajador de turno, Kyaw Zwar Minn, fue arrestado frente a la embajada, mientras el agregado militar tomaba el poder. Con su chaqueta y zapatillas de deporte, pasó la noche en su automóvil frente al pequeño edificio en una calle cerca de Hyde Park, tocando el timbre con regularidad sin respuesta.
“El agregado militar ocupa mi embajada”, dijo, rechazando la mayoría de las entrevistas. Dice que sigue siendo el embajador oficial.
Algunas decenas de activistas prodemocracia vinieron a apoyarlo durante el día. Se colgaron ramos de flores en las vallas y se colgó en la puerta una foto de Aung San Suu Kyi, la ex “consejera de estado” del gobierno, ahora bajo arresto domiciliario.
” Yo quiero paz “
Los generales birmanos lanzaron un golpe el 1Es Febrero. Más de seiscientas personas ya han muerto en la represión de las protestas. En el extranjero, sin embargo, la junta de gobierno se enfrenta a desafíos dentro de las filas de los diplomáticos de Myanmar. El embajador ante Naciones Unidas, Kyaw Moe Tun, pronunció un emotivo discurso el 28 de febrero en el que pidió a la comunidad internacional que intervenga para “Poner fin al golpe militar, poner fin a la opresión de personas inocentes, restaurar el poder al pueblo y restaurar la democracia”.
Unos días más tarde, su homólogo de Londres, Kyaw Zwar Minn, ex coronel del ejército, hizo lo mismo. “METROyo Suu Kyi me refirió a mi publicación y recibo órdenes de ella. Pido tu liberación ”, explicó al servicio birmano de la BBC. Añadió que él “No quería ver morir a los ciudadanos de Myanmar. Les pregunto a todos [manifestants et militaires] detener. El país ya está dividido y está en peligro de una posible guerra civil. Yo quiero paz. “ Tras esta declaración, la junta birmana lo destituyó de su cargo, pero Kyaw Zwar Minn se negó a obedecer, lo que provocó el golpe de estado de su agregado militar.
Situación vergonzosa
Esta confrontación pública pone el gobierno británico en una situación embarazosa. Por un lado, el canciller británico, Dominic Raab, “Condena” la acción del régimen birmano y “Rinde homenaje a Kyaw Zwar Minn por su valentía”. Por otro lado, mantiene la ambigüedad sobre quién es el verdadero embajador a sus ojos. La policía británica también está custodiando la puerta de la embajada, protegiendo al agregado militar golpista que reside en el interior.
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