Ya en gran dificultad antes de la crisis, el sistema de ayuda a los niños está muy debilitado por Covid-19.
México.
En el pequeño pueblo de Texcoco, en las afueras de la Ciudad de México, el orfanato de San Martín de Porres pronto ya no podrá recibir a los recién llegados. Desde el verano, el edificio rosa y blanco ubicado en medio de los campos de maíz ha acogido a decenas de niños que han perdido a sus padres a causa del Covid-19. En Mexico, el virus mató a casi 290.000 personas.
En julio, un estudio estadístico de la revista británica La lanceta Calculó que el país podría tener el récord de huérfanos causados por la pandemia, por delante de Brasil o India. Según el Instituto Belisario Domínguez, organismo de investigación vinculado al Senado mexicano, alrededor de 250.000 niños han perdido a un padre, abuelo, persona que estaba bajo custodia o que vivía bajo el mismo techo.
Un cargo adicional
“Recibimos hermanos de cuatro niños de 4 a 8 años”, dice la directora del orfanato, Madre Superiora Inês de Maria Piedras Diaz. “Su madre falleció y su padre nunca la cuidó. “
La monja creció en el orfanato con sus siete hermanos.
“Experto en cerveza. Practicante de twitter de toda la vida. Lector ávido. Organizador. Fanático del tocino. Creador. Típico defensor de la televisión”.