TURISMO EN TÚNEZ Y MARRUECOS
En el momento de las evaluaciones, tanto en Túnez como en Marruecos, el clima es desolador: la temporada 2021 solo dio un poco de oxígeno a un sector devastado por Covid-19.
“2021 es mejor que 2020 (…) Pero todavía es la mitad de 2019, por las restricciones” relacionadas con Covid-19, explica Haykel Akrout, directora de lujo Bel Azur durante más de 20 años a la AFP. Después de un brote epidémico en julio, su hotel de 1.000 camas tuvo que reducir a la mitad su capacidad, y Túnez se encontró en la zona roja de toda Europa, de donde provienen sus turistas habituales, principalmente franceses, alemanes e italianos.
La temporada 2021 vio “una mejora muy leve. Pero en comparación con 2020, un año catastrófico con una regresión del 80%, estamos muy lejos de la actividad normal con un aumento del 11% este año”, confirma la ‘AFP Dora Milad, presidenta de Federación de Hoteles FTH.
En años buenos como 2019, con 9 millones de pernoctaciones, el turismo representó hasta el 14% del PIB, apoyando a 2 millones de tunecinos. También dependiente del sector, Marruecos experimentó una mejora relativa tras la reapertura de las fronteras a mediados de junio. El país registró más de 3,5 millones de hospitalizaciones a finales de agosto frente a 2,2 millones un año antes, pero cuatro veces menos que en 2019 (13 millones).
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